Sello: Minifunk.
En este país -aún muy de pandereta, verbena y zapatilla de esparto- surgen artistas, como por milagrosa generación espontánea, que nos hacen creer que hay esperanza para otro tipo de sonidos, emociones y realidades musicales. Uno de ellos es el madrileño Ed is Dead que a través de su primer álbum –‘Change’- nos provoca un escalofrío que nos recorre todo el espinazo…¿o es una sonrisa? Posiblemente el mejor piropo que podemos dedicar sobre este disco, que destila en cada beat una íntima y bella luz oscura, es que no parece hecho aquí, ni obra de un artista electrónico oriundo. Aquí Ed se reinventa y ataca -desde su joven madurez- un espacio inédito hasta el momento para él, en el que el tech-soul altamente orgánico e intimista parte la pana y el bakalao (con perdón). Pero que nadie se confunda, junto a pasajes delicados –caso de ‘Change’, con la fascinante voz de Niccó- hay trallazos de dance vocal, caso de ‘Praise’ junto a Odille o virtuales hitazos electro-poperos, como ‘September’ con Clara Brea. Pero es, quizá, en el punto medio -entre esos tres temas referidos- es donde todo luce más, y así es como con ‘Black’ –feat. Taki Tekyurt o ‘No Rush’ con St. Barbarella- donde Ed is Dead brilla, reconforta y encanta. También cuando abraza lo darky desde el pop –como en ‘Still Around Here’ con Ed Zepp y Alex de Fuel Fandango- el tipo sale victorioso. Dice el propio Ed que éste es un álbum para escuchar al oscuras y yo lo corroboro, pero siempre en buena compañía. Las cosas buenas son para compartirlas, camarada. En fin, ya sabíamos de la potencia, técnica y talento de Edu Ostos y lo bueno es que ahora ya será algo de dominio público y en formato largo. Estamos, sin duda, ante uno de los pocos tipos de aquí a los que sería un error perder de vista… o permitir que se extraviara por el camino. Y siempre sabiendo que lo mejor de Ed is Dead está todavía por llegar, fijo.
Texto: Fernando Fuentes