Un festival para todos.
Texto: Gerardo Cartón
Fotografía: Tillate.es
Cuando ya parecía que la temporada festivalera había llegado a su fin, apareció en lontananza el cartel de 4every1. Era esta, su tercera edición, una ocasión inmejorable para conocerlo de primera mano, puesto que el año pasado no pude asistir por estar fuera de la capital ese fin de semana, así que, ni corto ni perezoso, me pillé el abono transporte después de comer y antes de las 17.00 hrs ya estaba en el recinto.
El ayuntamiento de Getafe es conocido por ser el mayor adalid de la música en directo dentro de la Comunidad de Madrid. Son numerosos los festivales que se llevan celebrando en dicha localidad desde hace ya mas de una década, y la verdad, es que esta suerte de descampado en medio de un polígono industrial, es el escenario perfecto para esta mega-rave en forma de festival que me recordó a Monegros en su momento más álgido.
Una vez dentro, compruebo que hay cuatro pedazo de escenarios a cada cuál más grande, con un sonido más que decente y unas visuales de nivel superior. La gente se concentra en el más cañero de todos, el Red Stage, con Zatox y Noise Controllers disparando technazo revolucionado con tintes trance a un personal que lo está dando todo desde que abrieron puertas a las 15.00 hrs de la tarde. Al igual que el festival del desierto oscense, aquí no hay intro que valga. Marica el último y venga que solo quedan dieciocho horas…
Voy pasando de escenario a escenario a la velocidad del sonido, pero me paro un rato largo en el Black, en donde Nina Kraviz y Tale of Us hacen los set más musculosos y, aunque parezca mentira, más relajados de todo el festival hasta el momento. Techno puro y duro a 110 bpms para calmar las aguas y prepararnos para el vendaval que está por llegar.
De ahí, paso al Green, en dónde Skream está haciendo lo que mejor saber hacer, o sea dubstep de primera. El líder de Magnetic Man nos obsequia con una sesión nada fácil de puro bass repleta de graves que atruena en nuestros oídos. Acabo mi jornada diurna en el White, con mis amigos Les Castizos, que ya son ídolos de masas y se llevan a la gente de calle con una sesión de escuela “bootleggiana” de las de mear y no echar gota.
En medio de todo este recorrido, un toro mecánico, un triceratops automatizado, una magnífica y espaciosa zona vip auspiciada por Red Bull, festivaleros yendo de un lado para otro como pollos CON cabeza y, sobre todo…MUSICÓN.
Como el propio nombre del festival reza, este es el sitio ideal para todo aquél que quiera pasar un día completo bailando hasta el amanecer del día siguiente, así que, ya sabéis, la nueva pista de baile de la Comunidad de Madrid se llama 4Every1. Move On Up!