Technofilia aguda.
Alex Bau va camino de convertirse en uno de esos artistas considerados clásicos, de los que apostó desde el principio por el techno sin atarse a ninguna corriente y talibanizar su sonido. Con más de quince años a sus espaldas –y otros tantos como público de la escena rave de los años 90 en Alemania- ahora nos presenta su nuevo álbum. ‘Musick’ define perfectamente el carácter de nuestro interlocutor, un autentico creyente del bombo a negras que desgrana matices (acid, hard o EBM) en un trabajo que resultará familiar a todos los que lleváis escuchando techno los últimos diez años. Nostalgia bien entendida, sí señor.
Alex, acabamos de escucharnos todo tu último trabajo ‘Musick’, una experiencia techno desarrollada en once tracks que van desde el sonido más rave, ácido al reminiscencias EBM e incluso algún pasaje más minimal. ¿Cuánto has tardado en total y por qué lo editas en tu sello pudiendo editar en otros sellos más conocidos?
El primer track acabado fue ‘Alarma’ en verano del 2014 y casi de inmediato me percaté de que este tema tenía una dirección hacia la que quería ir si hacia un álbum nuevo. Toda la producción del álbum se ha desarrollado como un proceso de partida de dominó donde cada track da paso al siguiente. Así que decidí liberar la mente del miedo para reutilizar sonidos de temas que acababa de terminar. Simplemente dejé que fluyera sobre el trabajo desarrollado y sobre la decisión de Credo, pues fue fácil. Un álbum siempre es un importante escalón en la carrera de un artista, así que quería que saliera en mi propio sello así como mis álbumes anteriores. Dentro de un década quiero mirar hacía atrás y pensar que siempre he hecho el trabajo dentro de mis propias reglas.
¿Cómo debemos tomarnos el nombre del álbum ‘Musick’? ¿Como tu propia enfermedad por la música o es un guiño hacia el público?
Pues tiene un poco de la ambivalencia que comentas. Por una parte está mi locura y obsesión por la música. Perfectamente me podrías definir como un enfermo de la música. Siempre que hablo con amigos que no están vinculados con la música me lo dicen. “Estás enfermo” repiten, sobre todo cuando hablo de la colección de vinilos que tengo en casa (risas) o que estoy más loco aún por viajar 26 horas para hacer un set de 2 horas y de vuelta a casa. Hace poco uno de mis amigos me decía que tenía un brillo especial en los ojos y es porque había conseguido un single en 12” de la banda sonora de ‘Bela Lugosi´s Dead’ de Baumhaus. Es algo que necesitaba tener y estuve meses buscando por tiendas. Uno de ellos me decía que por qué no compro el Cd en Amazon. Obviamente soy un yonki de los vinilos y me encanta el poder tocarlos y olerlos. Por otra parte la industria musical puede hacerte sentir realmente mal. Hay demasiada política de ventas y estrategias que no tienen que ver con la música. A veces dan ganas de salirse de todo este circo, pero cuando escucho un buen beat o un buen equipo de sonido es como una terapia y quiero seguir con la música a toda costa.
¿Es ‘Musick’ un disco hecho de una forma estándar? Ya que no lo parece… ¿lo has hecho basándote en la clásica estructura de concepción-desarrollo-producto?
Lo cierto es que no, no hubo un concepto previo o idea sobre el que trabajar. Fue un proceso más orgánico o natural, como quieras llamarlo. No sabía exactamente en que dirección iba a ir. Tal y como comenté antes, una vez tuve ‘Alarma’ acabado e intenté usar esos sonidos pero trasladados a otro contexto diferente. Un buen ejemplo es ‘Voise’ en el que se pueden rastrear fragmentos o edits del resto del álbum, todo ello enfocando desde una visión muy básica. Podría haber intentado hacer este track homogeneizándolos, pero quería mantener la esencia de cada uno. No me importaban las dudas o las convenciones sobre cómo se debe hacer mientras que a mi me sonara bien. Así que los dejé en su forma original. Cada día me gusta más la idea de usar elementos sencillos en los tracks para luego ver como se convierten en nuevos temas.
Editas con bastante regularidad; más de 100 publicaciones en sellos como CLR, Sino o Sleaze, ¿Te consideras un obrero del techno? ¿Haces un horario de 9 a 3 de lunes a viernes en el estudio?
No tengo ningún tipo de rutina. Tampoco hay que olvidar que esos más de 100 releases los he hecho más o menos en 15 años, no son muchísimos ni de lejos. Hay ocasiones en las que paso todo el día en estudio. Obviamente salen más cosas cuanto más tiempo le dedicas pero si no tienes el tono puedes estar tiempo sin hacer nada relevante o que te vaya a servir. No se debe forzar más allá de lo lógico. Hay días en los que haces un tema completo en un par de horas, como el tema que hice para DJ Dr. Motte en su compilación por sus treinta años. Incluso también el ‘On Synth’, un tema que salió por el sello Cocoon recientemente, la idea básica no me llevó más de 3 o 4 horas. Pero claro después hay que pulir detalles y acabar los arreglos por lo que el trabajo se acaba unos días más tarde. Para ser honesto, a veces creo que el resultado es corto y aún creo que debería pasar más horas en el estudio.
‘Voise Pt.2’ tiene una buena ración de sonido EBM, ¿has conseguido esa textura con alguna maquinita vintage?
Pues la verdad es que no es un sintetizador analógico aunque lo parezca, está realizado con un sinte virtual que se llama Octopus, pero es cierto que no parece digital. Además le he dedicado un montón tratamiento. Me gustan las basslines potentes y también me encanta el EBM, así que puede que sea por eso que el rollo oscuro tenga continuidad de vez en cuando en mi discografía. Para éste tema, que tiene dos edits, decidí que también quería que uno de los temas no tuviera el esqueleto de esta percusión y bajo tan animal, el ‘Voise Pt.1’
Siguiendo con comparaciones, ‘Ringlebell’ tiene doble bombo en varias ocasiones, nos recuerda al techno facturado en Birminghan en los 90, nos suena un poco Regis o Surgeon… ¿También está el UK techno entre tus referentes como el EBM?
Lo cierto es que no soy muy seguidor de los artistas que mencionas, por supuesto que compré muchos de sus discos en los 90 y que su sonido era una gran influencia en el techno como género, pero no los ponía mucho. Siempre me ha gustado no ceñirme a un subestilo del techno. Me gusta la idea de pinchar techno, pero no sólo un estilo. Creo que en la actualidad es complicado comparar nuestros sonidos, pero es muy interesante que apuntes en esa dirección para este track en concreto.
Pero hay partes que sí son muy rave en este ‘Ringlebell’ o incluso en ‘Escalation 385’ o ‘Backspace’. ¿Eras asiduo al circuito rave en los 90?
Sí, claro. Pasé mucho tiempo en las clásicas raves o fiestas de los 90, aquellos tiempos dorados sonde el techno se convirtió en algo grande en Alemania. En realidad todo tipo de sonidos, desde el drum & bass, house o el trance. Todos en diferentes espacios pero bajo un mismo techo. También claro en fiestas ilegales que se hacían en viejos almacenes abandonados cerca de los ríos o de algún bosque, especialmente las que se hacían en verano. Grandes momentos los que viví allí. Si miras los Bpm’s a los que se pinchaba en esa época (alrededor de 140) parece que mi álbum sea de chill out (risas)
En otro sentido apuntan temas como ‘Bassmatti o ‘Pulse’, que tienen un acabado más actual y bajo de Bpm’s. En tu opinión, ¿el techno que viene será más o menos rápido?
No es fácil de decir hacía donde iremos, habrá cosas más rápidas y más lentas. Realmente todo este trabajo está más o menos en el mismo rango de tempo, pero claro que hay tracks que parecen más rápidos que otros. Creo que el tempo adecuado es entre 125 y 130 bpm’s. Donde se mantiene el flow y hay espacio para que las basslines puedan desarrollarse y respirar; lo que para mí es un aspecto esencial en mi música. Tampoco es fácil definir estas cuestiones, más allá de una cuestión de tempo. Estos tracks pueden parecer más reducidos en cuanto a elementos, pero no en el sentido del minimal como género que conocimos entre 2005 y 2008. El techno de verdad siempre ha sido oscuro, así que nunca entendí que la gente hablara de un género como el Dark techno. Pero ahora ya no existe la necesidad de endiablar un tema para hacerlo techno y eso es muy bueno.
¿Qué te pone enfermo más allá de las triquiñuelas de la industria musical?
La gran pobreza de buena parte del mundo que combinada con los bajos niveles de educación en muchos países. Estos crea un mezcla explosiva, es un hecho que la educación haría que hubieran menos conflictos en el planeta. Lo cierto es que los países considerados ricos solo se preocupan de crecer más y más. ¿Dónde acabara su voracidad? Necesitamos ser sostenibles, de otra forma cada vez estaremos cada vez más separados por una gran brecha.
Tenemos una buena legión de lectores que querrían saber con qué has parido este nuevo trabajo, te has pasado al digital definitivamente o sigues usando equipo antiguo?
Creedme o no, pero ya no uso equipo analógico, exceptuando algunos sampleos de mi librería particular, la tengo desde los tiempos en los que mi amigo y mentor, Sven Dedek, la tenía en su equipo; básicamente de las Roland 909 y la 303 que sampleó antes de vender. Para la secuenciación soy bastante old school y uso un viejo PC con una versión caducada de Logic que para mi sigue siendo la herramienta que mejor trata el sonido.
+Info: http://www.alexbau.de
Texto: D_Journalist