El primer álbum póstumo en más de treinta años de la artista se publicará el 19 de febrero en RVNG Intl
Foto: Aubrey Trinnaman
Autora: Helena Bricio
Especialista en sintetizadores, compositora y pionera en la música electrónica con un seudónimo futurista que traspasa vidas terrenales, Pauline Anna Strom, más conocida como Trans-Millenia Consort, nos dejaba el pasado mes de diciembre a los 74 años. A pesar de que la causa de la muerte no ha sido desvelada, la compositora sufrió una fuerte caída el año pasado de la cual no se había recuperado.
Pauline Anna Strom nació ciega en 1946 y se crió en un hogar católico en Louisiana y Kentucky, donde la música clásica le acompañó a lo largo de su infancia. A pesar de haber hecho su oído a los sonidos clásicos, cuando se mudó de adulta a San Francisco, reconoció a la revista Huck que se interesó por la escena New Age y las obras contemporáneas de Brian Eno, Tangerine Dream y Klaus Schulze.
Un amor invisible unió las manos de Strom con los sintetizadores nada más conocerlos, sintió que la electrónica ampliaba la capacidad de crear desde su propia imaginación, como si le permitiese traducir sus emociones y aquello que había en su cabeza en sonido. El flechazo le llevó a empezar sus grabaciones musicales con una Tascam de cuatro pistas, y más adelante, fue incluyendo los lenguajes sonoros otros equipos como un Yamaha DX7, un Prophet 10, dos teclados CS1x y un emulador E-mu Emulator.
Strom se introducía en su mundo y espacio creativo único e iba probando distintas combinaciones durante horas, aprendiendo sobre la marcha, mediante repetición, ensayo y error, estableciendo un vínculo emocional con los sintetizadores. Strom era capaz de reproducir a la perfección aquellas melodías que había producido en un primer momento como si fuesen un pegadizo estribillo de canción pop; era capaz de crear un nuevo lenguaje con sus manos que se aprendía y podía reproducirlo de nuevo sin esfuerzo. ¿Práctica o don innato?
Un halo de misticismo y enigma siempre rodeaba la poderosa fuerza de su persona, que poseía la capacidad de colapsar el tiempo, Trans-Millenia Consort era capaz de canalizar energías trascendentales hacia el futuro mediante el uso de los sintetizadores. Como si de una cápsula espaciotemporal se tratase, Strom realizó siete grabaciones entre 1982 y 1988, incluyendo tres LPs y cuatro cintas de casete. El primer viaje en el que Trans-Millenia Consort se embarcó fue en el homónimo álbum de 1982 publicado por Ether Ship Records, que lo definieron como una «colección de música de sintetizadores trascendente que ofrece a los oyentes un vehículo para traspasar los límites temporales y adentrarse en un mundo de tonalidades pulsantes y mercuriales y ondas recargadas y embrionarias.»
Portada de Trans-Millenia Consort publicado en 1982 en Ether Ship Records
Sin embargo, a pesar de ser un diamante en bruto, poco se sabía de ella salvo por una constelación de devotos seguidores que vieron cómo se formaba un legado único en medio de un canon mayoritariamente masculino en aquella época. Respecto a este tema, Cady Siregar relataba en 2017 en la revista Huck que cuando a Strom le preguntaban si el panorama ha cambiado para las mujeres en la música electrónica, la compositora afirmaba a regañadientes, pero reconocía que a pesar de haber más libertad ahora, siempre debería haber más mujeres, «la tecnología evoluciona, pero la naturaleza humana no cambia. […] Creo que la clave es animar a las jóvenes a ser su propia máxima autoridad. […] Hay que dejar de lado lo que la gente piensa, y saber que eres fiel a ti misma.» explicó Strom.
Aquella entrevista surgió con motivo del lanzamiento en 2017 de Trans-Millenia Music, una antología que revitalizaba lo más evocador del catálogo musical previo de Strom. Una parte de la recaudación de su compra de este álbum se destina de forma benéfica, en nombre de Pauline Anna Strom, a BookShare, una biblioteca en línea accesible para personas con dificultades para la lectura.
Después de la publicación de ‘Trans-Millenia Music’, la visionaria del Área de la Bahía presintió que el universo le decía que volviera a la música. Escuchando este mantra se rodeó de un compacto conjunto de instrumentos modernos que ayudaron a dinamizar el sonido de su pasado analógico y junto a sus queridas iguanas, Little Soulstice y Ms Huff, el terrario de su casa formaba un ecosistema íntimo y a la vez ilimitado que desafiaba las restricciones del mundo exterior para producir ‘Angel Tears in Sunlight’.
En este santuario, Strom se perdió en el tiempo, recurriendo a las antiguas energías de sus visiones internas. Su hardware constituyó el eje de la traducción de estas ideas en sonido. «Esta es la única manera de sacar todo lo que hay dentro de mi, del universo, de Little Soulstice, de una amonita…», señaló Strom. «No lo podría hacer sin el uso de este equipo, porque no hay otra forma de extraer y capturar estas frecuencias en una interpretación sonora.» Como su trabajo de los años 80, este nuevo álbum se compuso y grabó en el mismo apartamento de San Francisco donde Strom vivió durante casi cuatro décadas en síntesis con sus máquinas y sus “dinosaurios“.
El proceso de Strom a la hora de grabar sus pasajes sonoros en directo enriquece el misterio de su obra. Consigue convertir la maquinaria en una compositora en si misma, en una especie de confluencia que la transforma en otro ser vivo. La creación musical se convierte en un lenguaje armónico a través de la intuición con un instrumento, en el que Strom cuida el sonido para producir una obra más allá del tiempo.
“Muchos músicos no irían tan lejos por culpa del ego“, reflexiona Strom. “Es necesario que el equipo se convierta en parte de ti y de tu creatividad. Así es como creo que todo confluye”.
Modelado por contornos circadianos, ‘Angel Tears in Sunlight’ es un observatorio celestial de mosaicos fónicos terrícolas donde ofrece una simbiosis entre las frecuencias del hardware y las manifestaciones de la naturaleza, que se dan cita en los tonos orgánicos del disco, emulando los pulsos melódicos del terreno primitivo. El álbum trasciende tanto la sombra como la luz, dejando tramos sonoros silenciosos, como si no quisiese despertar a animales prehistóricos, justo antes de sentir cómo el sonido serpentea ascendiendo hacia las copas de los árboles donde se avistan cielos antiguos que son testigo de reptiles y lluvias incesantes.
Mientras no componía, Strom se volcó en una práctica de curación espiritual, que ella misma reconoció que había profundizado su entendimiento por la música como «el vínculo conector entre el origen y uno mismo». De esta forma, en ‘Angel Tears in Sunlight’, además de abrir un nuevo pasaje en el poder trasportador de la obra de Strom, la compositora también crea y nutre un espacio para la escucha reparadora. Un conjunto de música que refracta la amplitud y las minucias de los reinos imaginados, a la vez que abraza los ecos caleidoscópicos de nuestras épocas lejanas.
El disco está dedicado a su querido amigo John Jennings, que falleció durante la producción del álbum y su título, Angel Tears in Sunlight, refleja la culminación del proceso de la vida y la pérdida, que se funden en un espectro eterno. «’Sunlight’ representa lo que estamos viviendo. Atraes la tristeza hacia ti, pero también estás preparado para la bendición de lo nuevo.»
‘Angel Tears in Sunlight’ de Pauline Anna Strom saldrá a la venta el 19 de febrero de 2021 en ediciones de LP, CD y digital. Una parte de los beneficios de este lanzamiento se destinará a The International Iguana Foundation, una organización sin ánimo de lucro que apoya la conservación, la concienciación y los programas científicos que mejoran la supervivencia de las iguanas salvajes y sus hábitats. Pre-order disponible en Bandcamp, en este artículo se incluyen las canciones y videos de ‘Marking Time‘ y ‘Equatorial Sunrise‘, pertenecientes al álbum.