El festival cumple cinco años consolidándose como cita imprescindible de la agenda cultural de otoño
Autora: Helena Bricio
Fotografías: Sara Navarro
El festival she makes noise cumplió durante el primer fin de semana de octubre cinco años consolidándose como una de las citas más esperadas e imprescindibles del panorama electrónico nacional y de la agenda cultural de otoño.
La específica y arriesgada propuesta surgió hace cinco años con la urgencia de visibilizar el trabajo de las mujeres en la experimentación visual y sonora. Un festival que abre sus puertas a la creación contemporánea desde una perspectiva de género. Desde la primera edición en el año 2015, hemos visto a artistas como Paula Temple, Nikka y Alba G. Corral, Nkisi, Deena Abdelwahed, Puce Mary, Pan Daijing , Jamz Supernova o Beatrice Dillon en el apartado musical.
El festival también cuenta con una parte dedicada al arte visual, donde se proyectan películas, documentales y otra parte orientada a las charlas y talleres sobre la situación y el papel de la mujer en los entornos creativos digitales. Un festival multidisciplinar, activista, lúdico, con actividades para todos los públicos que se esfuerza año tras año en incorporar una selección de artistas emergentes que formen una programación más allá de los circuitos comerciales.
Para la edición de este año, el festival se centró en establecer lazos dentro del noise y el techno y a su vez integrando ritmos dance, atravesados por una mirada decolonial y feminista. Propuestas con raíces latinoamericanas, africanas, artistas que reinventan la cultura del club y la noche y establecen sinergias entre ellas. Las protagonistas musicales de la edición de 2019 fueron Abyss X, Hibotep, Juliana Huxtable, Electric Indigo, Natalia Escobar aka Poison Arrow y el estreno del proyecto CLON + NWRMNTC.
También tuvo lugar un taller digital a cargo de la artista visual Elena Juárez, un ciclo de cine con siete películas, que incluye el estreno en España de los últimos trabajos de Pia Hellenthal, Cauleen Smith y Kathryn y los conciertos para los más pequeños de la casa a cargo de Mursego y SLVJ y Rayuli, con componente audiovisual.
El jueves asistimos a la actuación de Abyss X, Evangelia Lachianina, productora musical y performer griega que ofreció un espectáculo al público basado en la experimentación sonora y vocal. Sonidos drone, electrónicos, con una fuerte carga de noise y una capacidad vocal que sorprendió a los que asistimos a la performance.
El juego de luces que acompañó a la artista durante la actuación en el patio de La Casa Encendida hizo que la experiencia visual fuese increíble compenetrándose las luces estroboscópicas a la perfección con los movimientos de la artista. Hubo un pequeño fallo técnico a mitad de la actuación que hizo que durante un par de minutos la performance se silenciase, pero después Abyss X retomó la actuación subiéndose a una barra de pole dance y realizando una arriesgada coreografía con la que dejó al público sin palabras.
Abyss X es una fuerte activista y ha vivido en cinco países distintos, entre los que figuran Estados Unidos donde en 2017 lanzó la iniciativa sin fines de lucro SHXME. Lo que comenzó como un programa de radio en la emisora KPFK de Los Ángeles, se transformó en un sello discográfico cuyos ingresos se dedican a ayudar a personas transexuales en prisión.
El sábado, asistimos a la doble sesión de música electrónica experimental y arte digital. Por un lado asistimos en el auditorio de La Casa Encendida a la novedosa propuesta META, un viaje audiovisual inmersivo hacia mundos desconocidos presentado mediante una simulación de videojuego con banda sonora en directo. La música corrió a cargo de la artista new media afincada en Londres Estela Oliva, bajo el alias Clon en colaboración con Ana Quiroga, alias NWRMNTC.
Los paisajes sonoros atmosféricos con carga cinematográfica, ritmos tribales y oscuros, y las voces procesadas digitalmente hicieron que nos introdujésemos en un mundo fantástico e imaginario. Una singular distopía creada mediante código y un entorno cyberpunk acompañado de una selección sonora que incluso atravesó la pantalla para que el público formase parte de la performance.
El broche final del sábado lo puso la esperada Electric Indigo y su último A/V show. Susanne Kirchmayr comenzó su carrera como Electric Indigo en 1989 en Viena y desde entonces no ha parado de crear nuevas alternativas musicales en distintos países siendo una de las fundadoras del evento Love Parade en Berlín y desarrollándose como docente. Asimismo, Electric Indigo fundó en 1998 la plataforma female:pressure como respuesta a las recurrentes quejas sobre la falta de mujeres artistas en el campo de la electrónica.
Durante la actuación del sábado pudimos asistir a un viaje espacio temporal de sonidos y texturas, grabaciones de voz y un sistema de sonido envolvente que nos hizo permanecer en estado de letargo místico durante toda la actuación.
¡Esperamos con ganas la nueva edición de she makes noise 2020! Te dejamos el Aftermovie oficial a continuación: