Vivimos la sesión híbrida de Andres en El Teatro de las Esquinas, de Zaragoza. Os lo contamos antes de su próxima entrega en Barcelona
Autor: Eduardo P. Waasdorp
Fotos: Ángel Burbano
Llevamos un año sin eventos. Un año de inactividad que está teniendo un impacto difícil de valorar en nuestras vidas y en la salud de la escena electrónica.
Un año en el que nos hemos tenido que acostumbrar a consumir música en nuestras casas, como mucho viendo streamings de nuestros artistas predilectos en nuestros sistemas de sonido caseros, para amenizar una rave de tarde acompañados por nuestro perro…
En este contexto, cuando nos llegó la propuesta para asistir a COLLAGE, el show en directo de Andres Campo, en el Teatro de las Esquinas en Zaragoza, nuestro corazón dio un vuelco de alegría. Porque este COLLAGE es un pequeño brote verde en medio de una temporada realmente complicada para todos.
Para quien no lo sepa, COLLAGE es un show híbrido ideado por el artista oscense, en el que desarrolla su imaginario sonoro más personal, introspectivo y alejado de la pista de baile, todo acompañado de los visuales de Héctor de la Puente. Este aspecto lo hace ideal para desarrollar en un formato teatro, con distancia social y con todas las medidas sanitarias necesarias para garantizar la seguridad de público y equipo técnico.
Con mucha ilusión y expectativas, nos fuimos hasta el Teatro de las Esquinas el pasado sábado 28 de febrero. Esta era una fecha que ya había sido movida dos veces debido a la situación sanitaria general. Es decir, la expectación no podía ser más alta.
El equipo del Teatro de las Esquinas fue muy top en cuanto a su trato al público y la disposición general del espacio garantizaba todas las distancias y medidas necesarias para que el público pudiera disfrutar de esta experiencia de la forma más segura posible.
Y así llegó la hora H, en el día D. Andres hacía acto de presencia sobre el escenario a las 18h, poniéndose delante de la mesa casi un año después, ante el aplauso generalizado de un público más que emocionado. Se respiraba un ambiente especial.
No solo porque Zaragoza es la segunda casa de Andres. Sino porque el público realmente necesitaba una experiencia como esta, en la que poder volver a sentir la presión sonora de un equipo de sonido en el cuerpo. En la que, aunque estuviésemos todos sentados, pudiésemos mover la cadera y alzar los brazos al aire cuando Andres subiese los bpms y diera más caña a los bombos.
COLLAGE, como decíamos al principio, es un espectáculo que – en principio – no está pensado para bailar. Esto se debe a que Andres ha volcado su lado más experimental y personal en el show, creando una experiencia más de escucha que de baile.
Esto se ve reforzado por los hipnóticos e increíbles visuales de Héctor de la Puente, una auténtica eminencia en este campo en nuestro país. Su forma única de mezclar las imágenes con la música que Andres tocaba en directo es una parte fundamental del espectáculo, que hace que el sonido cuente una historia en varios actos.
Más allá de la alta carga emotiva de las imágenes en algunos momentos, también hubo momentos surrealistas, minimalistas, hipnóticos y hasta barrocos. El imaginario de Héctor es realmente sublime y fue una auténtica gozada poder ver cómo estos dos artistas se compenetran sobre el escenario.
Volviendo a la música, el show de Andres comenzó de una forma más experimental y cercana al ruidismo, las atmósferas y la creación de paisajes sonoros. Todo esto fue creando un ambiente de expectación tremendo entre un público hambriento por sonidos un poco más contundentes. Y llegó el momento. Se hizo el silencio después de varios minutos de improvisación sonora.
Alguien gritó: “¡Dale!”. Y Andres le dio. Cuando empezaron a sonar los graves, el bombo a negras ralentizado, nos recorrió un escalofrío de los pies a la cabeza. Fue realmente emocionante poder volver a oír una percusión en un sistema de sonido auténtico (no solo en los altavoces de casa).
Andres fue desarrollando a partir de aquí una sesión de techno en directo a bajas revoluciones (aunque a veces subió la velocidad, supongo que traicionado por su propio subconsciente y animado por un público hambriento de más caña), con momentos épicos, sonidos profundos, coros etéreos, melodías tranceras, ritmos rotos… La música era solo interrumpida por los aplausos de un público entregado y absolutamente metido en la sesión del oscense.
El espectáculo COLLAGE, como su nombre indica, es una mezcla de las influencias de la carrera de Andres Campo. En ella, podemos escuchar casi entera la historia musical del artista, en riguroso directo. COLLAGE es un live personal, preciosista y una experiencia que ha de ser vivida.
Un reflejo claro de las emociones y sensaciones vividas durante estos meses tan complicados. Quizá, sin pandemia, COLLAGE sería diferente. Pero sin pandemia, quizá no hubiéramos podido disfrutar de esta forma tan personal de COLLAGE por parte de Andres.
Al final, un arista como él, que se encuentra en tour constante, tiene que tener el tiempo para desarrollar estas ideas e imaginario, y traducirlo en un show como este. Un show que tendrá su réplica en el Teatro Coliseum (un inesperado guiño del destino) de Barcelona el 22 de marzo. Os recomendamos ir tremendamente.
No solo para poder vivir la presión del bombo en el pecho de nuevo, sino porque este COLLAGE presenta una cara de Andres Campo totalmente diferente y que merece ser escuchada. Una cara más experimental, introspectiva y madura, que demuestra que hay mucho más Andres del que podemos ver reventando pistas de baile a base de techno 4×4. Un Andres que demuestra ser uno de nuestros artistas más completos, una vez más.
Bravo, por ti, Andres; bravo, por Héctor; y bravo por el equipo del Teatro de las Esquinas de Zaragoza. Gracias a vosotros, se demuestra una vez más que la cultura electrónica puede ser segura y viable. Incluso en los tiempos que corren. Esperemos que haya muchos más COLLAGEs. Aquí os los contaremos.