Arte y revolución en la cuarta edición del festival
Autor: Patricia Pareja Casalí
Fotos: Tim Buitig
La llegada del verano va de la mano de la llegada de los festivales y con el paso de los años la afición por los eventos al aire libre ha ido in crescendo. Hoy en día cuesta con creces destacar por encima de la competencia, pero DGTL Barcelona se había guardado un as bajo la manga, en un juego de cartas que pocos festivales han sabido manejar.
Además de contar con un line-up que poco tenía que envidiar a festivales de la talla de ADE o Awakenings, DGTL 2018 llegaba pisando fuerte en su cuarta edición, nuevamente con una propuesta de arte e iniciativas sostenibles; entre las que destacaban una organización cluster y un play mode studio de luces y revolución.
VIERNES
DGTL Barcelona presumía ser la delicia musical más atractiva de agosto en cuanto a electrónica se refiere, y así fue. Desde que pusimos un pie en el Parc del Fórum – recinto donde también se celebran algunos de los eventos más aclamados de la Off Week en el mes de junio –, el aspecto industrial, tan propio y reconocido en los eventos de techno, resultaba tan prometedor como la propuesta musical. Con hasta cuatro stages repartidos por todo el recinto – Modular, Generator, Frequency y AMP –, no cabía duda de que había colores para todos los gustosx.
A pocos metros de la entrada al festival nos encontramos de frente con el montaje de luces que tanto había anunciado DGTL en sus redes sociales los días anteriores. Unas luces que parpadeaban, relampagueaban y bailaban al ritmo de la música. Un vaivén de sensaciones, un sube y baja de ritmos, un cosquilleo que nos recorrió toda la columna vertebral. Un baile que nos mantuvo atrapados en todo ese remolino de arte, de música, de revolución. Piel de gallina ante ese desorden de sentimientos.
Cuando conseguimos salir de aquella odisea sensorial – que cabe decir, no fue nada fácil –, continuamos nuestro camino hacia el resto de escenarios. Hacía apenas tres horas que habían abierto puertas y los cuatro stages estaban hasta los topes. Apollonia, Adriatique, Dixon o Solomun fueron algunos de los grandes artistas que pudimos disfrutar el primer día con una retahíla de sets que dejaron el listón bien alto en el inicio de la cuarta edición del festival.
Dixon fue el protagonista de cerrar el escenario Modular – stage que presumía de ser el más amplio de todo el recinto –, con un set de hasta 3 horas que dejó a todos los asistentes con ganas de mucho más. El primer día concluyó con la asistencia de hasta 15.000 visitantes y, tras 9 horas sin parar de bailar, cerraron puertas para continuar el día siguiente.
SÁBADO
Amanecimos algo tarde, cansados, pero con inagotables ganas de más. Llegamos al recinto poco después de la apertura de puertas y todos los stages volvían a estar abarrotados desde primera hora. Costó horrores atravesar la pista, la energía arrolladora de la gente era más que contagiosa y la música atrapó nuestro cuerpo sin poder remediarlo. El plato fuerte del sábado, que presentaba un line up mucho más duro que el día anterior, lo protagonizaban artistas de la talla de Amelie Lens – que se encargó de hacer bailar durante más de dos horas el stage Generator –, el espectacular B2B de Carl Craig & Cassy, o el cierre de Maceo Plex en el gigantesco stage Modular.
El segundo día de DGTL cerró puertas tras haber reunido hasta 20.000 asistentes, sumando así un total de 35.000 personas en dos días de festival. Atrayendo amantes de la electrónica de hasta 51 países diferentes y escalando hasta la cima para coronarse como uno de los mejores festivales del mes de agosto en España, con estas cifras no cabe duda que DGTL ha cerrado su cuarta edición consolidándose como el festival más sostenible de nuestro país en los últimos años.
Y tras el innegable éxito que ha ido sumando con el paso de los años, la organización de DGTL nos sorprendió anunciando nueva fecha el próximo 5 de Diciembre, en el recinto IFEMA de Madrid. Arte, revolución y una deliciosa programación musical nos espera en la capital a finales de año. ¡Nos vemos muy pronto, DGTL!
* Extraído de DJ Mag Es 092