Música cinemática del futuro
Abrimos el mes de enero en DJ Mag ES con un protagonista de portada de excepción. Se trata de Principleasure, el alter ego de Sharooz Raoofi, un nombre que os dejaremos que busquéis vosotros mismos para entender el alcance de su legado.
Pero el protagonista es Principleasure. El último alias del visionario artista británico afincado en Los Ángeles es su proyecto más ambicioso hasta la fecha, en el que se aventura en lides más experimentales y alejadas de la pista de baile. Para Principleasure, el sonido debe atender a un propósito y tener una cinemática… debe contar una historia.
Es justamente lo que hace en ‘II’, su segundo álbum de estudio como Principleasure, que presentó recientemente y que es una auténtica delicia para los amantes del diseño sonoro. Auto-editado en su sello homónimo, ‘II’ es un ejercicio magistral en 11 tracks realmente inclasificable en un solo género y que desafía al oído continuamente. Una auténtica experiencia de introspección en la mente de Principleasure y las emociones y sentimientos que nos han inundado a todos durante estos dos años de incertidumbre para nuestra escena y el mundo.
2021 ha sido un año raro para Principleasure. En la conversación previa a la entrevista, hizo hincapié en lo terrible que ha sido perder a tanta gente, aunque también reconoce haber intentado sacar el mayor partido posible de estos meses. Especialmente, haber terminado y publicado su álbum ha sido sin duda un momento especial para él, que también ha podido pinchar después de tanto tiempo y viajar para visitar a familia y amigos en Europa.
Después de no poder viajar a su casa de Los Ángeles en 14 meses por las restricciones, volver a su estudio también ha sido importante para Sharooz, que ha podido reconectar con su espacio de una forma especial. “Lo único bueno de este momento raro que vivimos es que te hace evaluar lo que realmente quieres y elimina gran parte de la procastinación que siempre afecta a las mentes creativas. Me ha dado un entendimiento claro de que el tiempo es realmente limitado y precioso”, reflexiona.
Os presentamos a Principleasure, uno de los artistas a tener muy en cuenta en el presente y en el futuro. Dejemos que sea él quien os cuente el resto… ¡Música, maestro!
Autor: Eduardo P. Waasdorp
¡Hola, Sharooz! ¡Es un gusto tener a un artista tan interesante como tú protagonizando nuestra primera portada de 2022! Háblanos un poco de tu pasado, ya que todo lo que rodea a Principleasure es un poco misterioso. ¿Cómo y cuándo fue tu primer contacto con la música?
¡Gracias! He estado en la música electrónica durante mucho tiempo (risas). Más de dos décadas, desde que era un adolescente, con diferentes alias… A algunos los recuerdo con cariño, otros no. Llevo muchos años pinchando por el mundo y muchos años involucrado en diferentes esferas “curiosas” de la industria musical, en diferentes proyectos. He sido promotor, dueño de sello, publicista, diseñador de sonido y en un momento incluso llegué a trabajar para FFRR en Warner Music, en Londres. Mi primer contacto con la electrónica fue cuando iba a raves en Belfast – la ciudad donde me crié originalmente –, y luego pasé a organizarlas, a finales de los 90. ¡Vaya época dorada!
¿Cuándo decidió Sharooz crear a Principleasure y porqué?
Me di contra un muro con mi anterior proyecto. Tenia 20 años y hacía esta especie de mezcla de electro a lo Soulwax/Boys Noize y tuvo su evolución natural. Fue un momento genial en la música electrónica, pero también algo que duró muy poco. Firmé con el sello Mod de Modular’s Club para hacer un álbum y poco después esa escena implotó. La gente siguió con su vida, se fueron a otras escenas y algunos dejaron la música. Yo fui uno de ellos. Mis circunstancias personales cambiaron enormemente y por ello mudé todo a Los Ángeles, para empezar de cero. Me llevó dos años alejado de la música, me mudé al Warehouse District, en el centro de Los Ángeles y empecé a hacer música de nuevo, con un sentimiento más intimo. Inicialmente, no era música enfocada al club, sino música para mi propio crecimiento personal. Con eso, mi álbum debut estuvo listo en solo unos días.
¿De dónde sacaste la inspiración para crear este alter-ego?
Inicialmente, no quería tener nada que ver con música de club, así que ralenticé todo hasta los 100 bpm y dejé de usar arreglos típicos de cuatro minutos que fueran fáciles para los DJs – en cierto modo, todo estaba pensado más para una “escucha en casa”. Y luego empecé a descubrir tantos artistas brutales, siempre llegando tarde a la fiesta como siempre, que estaban haciendo música hermosa, que funcionaba en un ambiente cinemático, en un club e incluso llegaba a ser tocada por orquestas en sitios como el Barbican. Llámalo madurez personal o una evolución de gustos, pero por primera vez en mi vida, no todos mis tracks estaban pensados para tener un break o un build. Y así me quité de encima esa tremenda restricción creativa.
Hace unos años, decidiste mudarte de Reino Unido a Los Ángeles. ¿Qué te hizo tomar esa decisión?
Casi todas mis actuaciones internacionales al principio fueron en la Costa Oeste y es que me enamoré del sitio, del estilo de vida y de la escena. Es muy abierta, amigable, todo el mundo lo es. Y, por supuesto, del rico legado de toda la industria del entretenimiento aquí. He hecho amigos de por vida, se me abrieron puertas que habían estado cerradas durante muchos años en Reino Unido y a pesar de que ahora paso mi tiempo a medias entre Londres y Los Ángeles, LA siempre será mi “hogar”.
Cruzar el charco… ¿Te afectó o inspiró de alguna forma tu proceso de creación musical?
Totalmente. Vivo y trabajo en Los Ángeles, cerca del puente de 4th Street. Es icónico, es emocionante, es fílmico, es triste y a veces da miedo, debido a los enormes problemas sociales que hay en EEUU. Todo esto sin duda ha trascendido a la música. Tiene un giro más oscuro y eso es influencia por la naturaleza transitoria de este lugar. Los sueños se hacen y se rompen aquí y hay una subcorriente siniestra en todo eso. Subliminalmente, la música refleja eso.
Tenías una carrera establecida en la música antes de Principleasure. ¿Qué te hizo cambiar todo y embarcarte en esta nueva aventura musical?
No quiero sonar como un gilipollas, pero fue una evolución organica. No podía pensar en nada peor que estar atascado con las mismas limitaciones durante toda mi vida, profesionalmente o en otros ámbitos. Especialmente dado todo el tiempo que estuve trabajando con mis anteriores alias. No puedes esperar que algo fresco ocurra si estás envuelto en limitaciones de usar el mismo vehículo año tras año.
Acabas de sacar tu segundo álbum de estudio, bajo el alias de Principleasure. Titulado ‘II’, es una colección de 11 tracks que muestran tu ideario sonoro y saber hacer. Cuéntanos, en líneas generales, ¿cómo fue el proceso de creación de este disco?
Quería imaginármelo más como una banda sonora que como un disco de electrónica. Quizá quede un poco cliché decirlo, pero es la verdad. Está diseñado para ser escuchado, en una secuencia que tenga sentido para el oyente. Hay un par de tracks antiguos que no había publicado bien, así que los remezclé y añadí elementos adicionales para actualizarlos. Luego hay paisajes sonoros que puntualizan los momentos con muchos beats. Incluso, algunos de los tracks fueron compuestos al final para reemplazar tracks que no iban con el fluir natural. Todo lo hice en un portátil viejo de mierda que tenía por ahí. Usé más bien pocos de los sintetizadores analógicos que ves en las fotos del primer álbum. No podía ir al estudio porque estaba atrapado en Inglaterra, así que gran parte del disco la hice en el portátil, en mi piso, mientras mi bebé dormía abajo.
¿Cuál es su inspiración y leit motiv?
Es un resumen de lo inútiles que nos hemos sentido todos durante los últimos dos años. Hay toques de tristeza, un reflejo de glorias pasadas, temas de aislamiento… pero también un recordatorio de la belleza de lo que esperamos para el futuro y un reconocimiento de lo que teníamos. No sé, ¿puede la música electrónica juntar todas esas emociones? Espero que sí. Lo hice para mí y todo lo que cuento ocurrió de forma orgánica y auténtica.
Tenemos algunos tracks favoritos, como ‘Sagittarian Dream’ o ‘Aurora’. ¿Cómo es tu proceso creativo?
En su mayoría, esos tracks los completé bastante rápido. ‘Aurora’ la hice hace unos años, no usé ordenador y son todo drum machines clásicas y un viejo sampler Korg. Usé los secuenciadores de 16 pasos en todas esas máquinas y cosí prácticamente todo ese sonido para hacer un arreglo como debe ser. Fue totalmente improvisado. ‘Sagittarian Dream’ fue totalmente lo contrario. El beat lo hice con una Linn Drum en mi habitación para invitados y, durante varios meses, estuve probando diferentes sintetizadores y me llevó mucho tiempo terminarla. También hay dos mezclas totalmente diferentes: la del álbum está más pulida y la del EP es más cruda.
Sin embargo, las que más destacan son ‘Of Love & Loss’ y ‘Spiral Jetty’. Ambas tienen en común la colaboración de Mønölitio, un enigmático artista de directo de Ámsterdam que tiene relación con España. Es un colaborador habitual tuyo… ¿Quién es? ¿Cómo os conocisteis?
Mønölitio es un amigo realmente antiguo, de hace más de 10 años, y a lo largo de nuestras diferentes trayectorias musicales en el pasado, nuestros caminos creativos se han cruzado en muchas ocasiones. Pero nunca hemos trabajado juntos en hacer música. Él fue a Irán, hace algunos años y se quedó en casa de los parientes de mi madre durante sus viajes, todo al azar. Así que volvimos a contactar y tan solo le mandé unas instrumentales. En dos días, había escrito ambos tracks y producido unos hermosos vocales. Creo que ahora vive en Colombia. Una vez construyó un apartamento entero a mano, con las cañerías y todo él solo, a las afueras de Londres. Ha viajado el solo a través de Irán y se enamoró de mi prima (risas). Es un enigma, un espíritu amable y hermoso y alguien que ha estado en mi vida durante muchos años.
Hemos visto fotos de tu estudio y es impresionante, lleno de máquinas vintage, guitarras y otros instrumentos. ¡Haznos una guía!
¡Gracias! Ha estado en progreso durante muchos años. En el corazón están las drum machines vintage que podrías esperar, las Roland TR 808, 909 y 707, pero también piezas únicas y auténticas rarezas. Luego tengo un “muro” de sintetizadores, donde todo está conectado y se “hablan” entre sí vía MIDI. Tengo cosas como los Jupiter 8, Oberheim Xpander y OB-8, que uso principalmente para pads y drones. La Roland SH-101 se encarga de la mayoría de los bajos y he empezado a usar gran parte de los nuevos equipos también, como el Lyra 8 para las atmosferas. Para efectos, uso los Eventide Harmonizers para toques old school, que son hermosos y exuberantes, junto a compresores DBX para la mezcla y los Distressors para la percusión.
Con tantas máquinas, ¿cómo eliges con cuáles trabajar?
Sinceramente, son elecciones al azar (risas). enciendo una máquina, toco un poco en ella, cambio los presets y lo grabo. A partir de ahí, las cosas empiezan a construirse. La inspiración viene de cualquier cosa, en realidad. Hoy en día, de muchos de los instrumentos de Kontakt o Spitfire Audio. Hay mucha belleza y profundidad en sus sonidos.
Publicaste el álbum en tu propio sello homónimo, Principleasure Recordings. Ha sido la plataforma en la que has publicado todo tu trabajo hasta ahora… ¿Qué planes tienes para el sello?
El incentivo para que artistas publiquen en otros sellos hoy en día está bajando. Pero si puedo encontrar una nueva plataforma que reconozca el talento emergente y que pase por encima esa “tutela” de Spotify, entonces sí que sería algo interesante. El mercado está cambiando y eso es emocionante, así que definitivamente hay una oportunidad de hacer algo nuevo.
Para este álbum, he leído que usaste principalmente herramientas digitales, pero la diferencia es que ahora suenan mucho mejor. ¿Crees que estamos cerca de desechar el debate sinsentido de analógico vs digital?
Ya no hay tanta diferencia entre lo analógico y lo digital para mis oídos, pero con lo analógico buscas otra cosa. La historia, la tangibilidad del tacto, el sentir y, por supuesto, la rareza de décadas de presets o bancos de discos que traen a esas máquinas a la vida. No he encontrado una forma de sustituir eso de forma digital, pero al final se trata de usar diferentes herramientas para diferentes cosas. Los sintes y la percusión siguen oyéndose mejor, para mis oídos, si viene de hardware, pero hay algo igual de sorprendente en muchas de las nuevas bibliotecas cinemáticas y orquestales, especialmente lo de Spitfire. Eso me está llevando en una nueva dirección sonora y me encanta.
Tu sonido es difícil de clasificar o asociar a un estilo concreto. Lo que podemos decir es que es muy cinemático, casi como si compusieras para la banda sonora de una pieza visual. ¿Cómo fue tu proceso creativo a la hora de crear el disco? ¿Tenías esto en mente o fue algo que surgió sobre la marcha?
Sí, creo que fue algo planificado. Un álbum debe tener una secuencia, una ambientación natural y creo que tenía eso en mente a la hora de componer y seleccionar los tracks. Incluso en la duración de las canciones, ubicación y en cómo fueron mezcladas. Todo fue deliberadamente planificado para encajar en el “viaje” general. No lo recomiendo para todos, pero a mi me funcionó en este disco. El siguiente puede que tenga un fluir totalmente diferente.
La forma en la que hiciste este disco… ¿es diferente a como hiciste otros discos?
No en verdad. Sigo pasando la mayoría de días aquí buscando ideas e inspiración. Enciendo una maquina, toco algo, lo grabo y construyo en torno a eso. Lo bueno de usar instrumentos reales, especialmente que no tengan MIDI, es que una vez que te has comprometido, no hay mucho que puedas hacer para cambiar esa parte. Se queda ahí y estás forzado a hacerla funcionar. Es mucho más rápido e inspirador para mí.
No solo eres un prolífico artista de directo, sino que también eres DJ. ¿Cómo describirías el sonido que te gusta desarrollar en tus sesiones? ¿Cómo haces tu selección musical?
Mi estilo se encuentra en algún lugar entre el electro moderno, interludios cinemáticos, house melódico y techno crudo. En un DJ set normal voy de DJ Stingray a Truncate, pasando por Fjaak, por poner un ejemplo. Joder, si funciona en una pista de baile, lo pongo. No me importa quién lo ha tocado en Berghain o quien no. Llevo en esto demasiado tiempo para darle importancia a los géneros.
Reconociste en una entrevista cómo estás “usando las mismas herramientas digitales a las que todo el mundo tiene acceso”. ¿Crees que la democratización de la tecnología ha sido algo bueno para la música, ahora que virtualmente cualquiera puede producir un track en su portátil?
Sí, sin sombra de duda. Nadie debería estar limitado por el dinero que tiene para gastarse en equipo. En mis primeros días esa era la realidad: si no te podías permitir miles de dólares en máquinas, tu sonido generalmente no estaba tan pulido. Estoy muy feliz de que eso haya cambiado ya que todavía no han creado un atajo para tener talento. Sin embargo, la triste realidad es que hoy el “talento” parece estar más centrado en las redes sociales, que en la habilidad o gusto musical.
Cambiando de tema, queríamos preguntarte: ¿Cómo han sido estos dos años de pandemia para ti? ¿Cómo te ha afectado la COVID-19, más allá de no tener actuaciones?
En general, no me puedo quejar. Me vacuné e inmediatamente después, pille COVID y me recuperé, aunque lentamente. Me di cuenta de cosas a nivel personal y creo que crecí como persona. Lo material rápidamente quedó relegado por lo inmaterial y eso solo puede ser algo bueno. Es difícil vivir en estos tiempos, mientras prestas constante atención a las noticas que nos rodean. Está todo diseñado para intimidar y atrapar tu psique. Tuve la suerte de tener unas cuantas actuaciones y poder viajar en 2021 así que eso ha sido reconfortante y me ha hecho apreciar de corazón todo lo que es importante.
Y ahora, ¿qué planes tienes?
Realmente espero poder seguir esta línea en 2022. La tremenda alegría, emoción y sensación de unidad de sentir a la gente en una sala, transformados por la música es potente. Y echar eso de menos fue como no tener una parte de mi cerebro. Te silencia y te deja sin mucha de tu emoción. Sin actuar delante de la gente, es muy difícil estar motivado.
¿Cómo ves el futuro de la escena después de estos dos años de crisis sanitaria?
Es imposible de predecir, pero lo que espero de verdad es que no se consuma demasiado por los streamings y el Metaverso. Estos mundos tienen un interés limitado para mí ahora mismo. Hay mucha tontería e incluso una mafia empresarial capitalizando su aparente “naturaleza libre”. Me encanta la energía de la gente de verdad, los espacios, luces, sistemas de sonido como debe ser, socializar y conocer a personajes nuevos y raros. En el mundo online no es una transición fácil para la mayoría de nosotros y no me puedo imaginar funcionando completamente en esa esfera.
También he leído que quieres llevar el álbum ‘II’ al directo, con músicos. ¿Cómo van los preparativos?
Totalmente, con percusión en vivo, visuales como debe ser… ¡todo el paquete! Si el entorno lo permite, claro. Sin eso, sigo estando feliz de poder pinchar e intentar sacar el máximo partido de las actuaciones en clubes. Pero por encima de todo, llevo años queriendo hacer esto en vivo. ¡Esperemos que sea posible en 2022!
¿Qué otras cosas te esperan este año que empieza?
Ya he empezado a trabajar en un nuevo disco. El lanzamiento limitado en vinilo de ‘II’ ya está a la vuelta de la esquina y hay algunos trabajos relacionados con el cine, bastante interesantes, de los que ojalá pueda hablar más en febrero o marzo. También estoy intentando hacer un corto, aquí, basado en parte en mi música y entorno. Es muy emocionante poder adentrarme en ese medio.
¡Muchas gracias por tu tiempo, Sharooz!
¡Muchas gracias a vosotros!
Escucha el Mix Exclusivo para DJ Mag ES de Principleasure a continuación: