Hablamos con él sobre su Heavy House Society, el importante giro que ha dado en su sonido alejándose del tech house o sus proyectos con la marca Do Not Sleep
El mundo de la electrónica está en constante movimiento. Los ciclos continúan sucediéndose y vemos como camadas de artistas nuevos empiezan a codearse directamente con los que antes eran sus mentores. Esta descripción, sin duda, encaja con la trayectoria de nuestro protagonista de este mes.
Sidney Charles lleva varios años en boca de mucha gente, gracias a su hambre por seguir creciendo y superándose curso a curso. Desde sus comienzos en clubes underground de Berlín, a su salto a Avotre, hasta su movimiento más reciente – fundar su propio sello discográfico, aclamado en sus pocas referencias por crítica y público –, Sidney ha ido potenciando su perfil hasta convertirse en una de las revelaciones de los últimos años.
Este 2020, que iba a ser su año más importante hasta la fecha en cuanto a actuaciones, Sidney no ha decaído ante las circunstancias. En cambio, esta cuarentena ha sido muy prolífica en cuanto a producción se refiere, y le ha permitido hacer un parón necesario en su tremendamente ajetreada agenda artística. Así nos lo cuenta en esta amena charla a distancia que tuvimos con él, para que nos cuente más sobre su Heavy House Society, el importante giro que ha dado en su sonido, alejándose del tech house; cuál es su perspectiva con su plataforma; o sus proyectos con la marca Do Not Sleep. Sin más preámbulos, que sea Sidney quien os lo cuente… ¡Música, maestro!
Autor: Eduardo P. Waasdorp
Foto: Marie Staggat
¡Hola, Sidney! ¡Es un placer tenerte en nuestra portada! ¿Cómo llevas el año? Porque toda esta locura del COVID-19 te pilló justo después de tu tour por Sudamérica, ¿no?
¡Así es! En navidades estuve en Brasil, tocando para elrow, con grandes amigos, y de ahí me fui a Montevideo, Uruguay; y luego a Argentina.
Es obvio que ha habido un gran paréntesis en toda la actividad debido al COVID-19, desde marzo. Ahondaremos en eso más adelante, pero antes te queríapreguntar… La última vez que nos vimos fue en Hallowenn 2018, en Milán. Las cosas han cambiado bastante desde entonces…
El año pasado las cosas cambiaron mucho para mí. Podríamos decir que me renové totalmente, tanto mi entorno, mi equipo y con algunos sellos con los que trabajé mucho anteriormente, como Avotre. Me di cuenta que, como artista, necesitaba empezar mi propio camino y no estaba seguro de poder conseguir eso estando “bajo el ala” de otro artista. Por eso tuve que explotar mi creatividad, empezar una plataforma propia y dar un paso al frente. Eso hizo que, al final, hasta mi sonido cambiase, porque también quería evolucionar musicalmente como artista.
Fundaste hace poco tu sello, Heavy House Society. Es tu nuevo concepto, que empezó con el release de Barem. Desde entonces hemos visto a artistas como Bodeler, Locklead, Kareem Cali & Larosa, tú, o los remixes de Djebali, Tripmastaz, Sakro o Nick Beringer. ¿Por qué decidiste montarlo?
Empecé todo porque quería poder tener un escaparate propio, para mostrar la creatividad que me rodea. La idea principal es siempre hacer que tu sonido se reconozca como sello y siempre quise hacerlo con productores que admiro y sigo. Con el sello también quería separarme un poco de la evolución que ha ido ocurriendo en el tech house. A mí siempre se me ha visto como un DJ asociado al tech house, y probablemente mucha gente lo sigue creyendo… Pero siento que el sonido de ese estilo no va en una dirección que yo quiera seguir. Así que con Heavy House Society quiero explorar los sonidos más deep, más auténticos, más cercanos a las raíces del house. Es muy importante poder tener una plataforma en la que puedas ser tu mismo, publicar la música que amas, y en la que te ves reflejado… al final creo que eso es ser fiel a ti mismo.
Ciertamente, ese cambio en torno al tech house lo estamos viendo en muchos artistas, que se sentían cómodos en ese sonido y ahora ya no. ¿En qué momento cambió tu percepción?
No sabría identificarlo en concreto… es la forma en la que empezó a sonar, los arreglos y todos sus elementos empezaron a ser demasiados comerciales, especialmente con los vocales, y demasiado cargado de samples. Incluso diría que cursi, pero eso ya es mi opinión personal, también entiendo que haya gente que le guste. Sin embargo, creo que al principio el tech house era bastante más profundo y creativo, y ahora está centrado mucho en los loops, es muy repetitivo y casi puedes predecir lo que va a pasar en cada momento. Sabes exactamente cuál es la fórmula: snare roll + vocal bajado de pitch + gran drop. Creo que con el sonido que estoy haciendo, no me veo cerca de los grandes breaks. A mi me gusta más experimentar, ser más profundo. No me veo ya en el sonido tech house, además de que yo siempre he producido cosas más old school, de los 90, de la época en la que era un niño. Te diría incluso que cuando el tech house empezó a convertirse en lo que es ahora, fue que me decidí a cambiar y montar mi propia plataforma.
Nuestro reviewer, Ekai, ha reseñado todos los releases del sello hasta ahora… Muchos son de nombres no tan conocidos, especialmente en España. ¿Cuál es la filosofía y línea de Heavy House Society?
Creo que es bueno invitar a la gente a formar parte de algo y decirle que te gusta su música. No hay mejor forma de hacer eso que ofrecerles publicar en mi sello. Heavy House Society es una colección de amigos, así que los primeros releases fueron de gente cercana que quería tener en el sello, también porque lo que yo quiero crear es una familia. Por eso, cuando escucho las demos que me llegan, quiero conocer a la gente que hay detrás de esos tracks, quiero saber más de ellos, qué edad tienen – hay algunos que tienen 16 o 17 años –, de dónde vienen… para mí esto es muy interesante. Siempre quiero saber más del artista y de cómo ha hecho el track, así que intento conocerlos personalmente y que evolucionen a la vez que el sello, pinchando en los showcases que hagamos o cualquier otra cosa. Al final creo que todo esto vuelve a lo que decía de ser creativo, no solo con la música sino también con qué podemos crear para hacer una escena mejor. La escena se construyó en base a ese sentimiento de ser una familia y uno de los mejores ejemplos de ello es elrow. Es una gran familia y todo lo que hacen lo hacen con amor, dedicación y motivación. Son muy centrados y son un gran ejemplo que seguir, para crear algo más grande, que trascienda lo que pueda hacer yo como artista.
¿Qué necesita un artista para llamar tu atención?
Necesita tener autenticidad y tener un toque único. Con esto me refiero es que todo hoy en día suena igual o parecido. Eso ocurre porque hay cientos de sample packs y loops que puedes bajarte muy fácil. Cuando alguien te manda un track que fue creado usando esos packs, se nota en seguida. Para mí es muy importante que los tracks sean tuyos, que te representen como artista, sean originales y no copien/imiten r lo que suena en los tops. Tiene que ser auténtico, tener groove y no cursi. Prefiero sonidos más profundos que evolucionen a lo largo del track, para que no sea aburrido.
También publicáis vinilo, ¿por qué decidiste tomar este riesgo?
En verdad no es un riesgo. A ver, lo es desde el punto de vista financiero, pero mi corazón sigue estando con el vinilo y los formatos físicos, porque cuando empecé a pinchar lo hacía solo con vinilos de hip-hop. Soy el primero que disfruta con las nuevas técnicas, pero creo que es importante mantener las raíces y que la escena se una en ese aspecto y proteja el vinilo, porque los mp3 o los wav puedes comprarlos, pero no tienen el mismo valor que tener un vinilo que dura toda la vida. Y también es una cuestión de cultura, de dar algo de vuelta a la comunidad, en lo que has puesto tu corazón y una parte de ti. Es como tu niño… Es algo que nadie te puede quitar.
¿Y qué opinas de la cantidad de música que se publica ahora? ¿Cómo manejas tus promos?
Hay demasiados productores y DJs, así que los promos que me llegan son casi imposibles de manejar. Así que lo que hago, normalmente, es organizarme sesiones de escucha, dos veces a las semana, escuchando todo. Lo que sí hago es separar la música de sellos o artistas que conozco, por lo que si hay un sello que no suele sacar cosas que me gusten, es probable que se quede en visto… porque básicamente no tengo tiempo y tengo que ir a lo que sé que me puede cuadrar más. Y si no conozco el sello, me fijo en el tiempo o la dedicación que el artista ha podido poner en otros detalles, como los artworks, el diseño… eso es muy importante justamente porque hay muchísimos sellos y productores, por eso es necesario destacar y llamar la atención. Es parte de la imagen que proyectas.
Cambiando de tema, eres uno de los fijos de la crew de Do Not Sleep. ¿Cómo empezó tu relación con ellos?
Fue hace muchos años, en la época de las Tribal Sessions en Sankeys Ibiza. Después de un tiempo dejé de actuar tanto en Sankeys y conocí a Neil (Evans), que también es mi manager ahora, y nos juntamos varios artistas para empezar este concepto de Do Not Sleep. Recuerdo que tuvimos la suerte de contar con el Vista Club de Privilege Ibiza el primer año, todos los domingos. Fue una experiencia épica y única, fue quizá una de las mejores temporadas que he tenido en Ibiza. Y el Vista Club era un sitio espectacular, especialmente al amanecer…
Este año imagino que teníais muchas cosas planeadas… ¿Qué otros planes tienes con DNS este año?
Acabo de publicar un remix en su sello, que está funcionando muy bien ahora mismo. Además de eso, teníamos varias actuaciones cerradas este año, en Amnesia Ibiza, o el tour que hicimos por Australia y Nueva Zelanda a principios de año – que esperemos poder repetir a finales de año, si todo vuelve a la normalidad –. También he publicado un EP en su sello y espero poder publicar otro para principios del año que viene.
Y luego tenemos la pregunta inevitable… La crisis del COVID-19 ha golpeado a la industria musical con fuerza. ¿Dónde te pilló la cuarentena?
En Berlín. Aunque cuando todo empezó a ponerse feo estaba en Bali, en febrero. Fue entonces cuando realmente empezaron a aparecer casos por todo el mundo, aunque en Bali no se había reportado casos en ese momento. Luego viajé a Australia y aunque había unos cuantos cientos de casos confirmados, todavía no habían decretado la cuarentena. Yo tampoco estaba demasiado convencido de que fuera a afectar de la forma en que lo hizo a Europa, en cierto modo subestimé tremendamente toda la situación.
Creo que todos lo hicimos hasta que explotó finalmente en Italia…
¡Totalmente! Fue una locura, porque cuando empezó la emergencia en Italia, yo había tenido una actuación justo antes, a principios de marzo. Y volé a Berlín, porque quería ver a mi novia y ya se decretó la cuarentena en Alemania. Podía haber vuelto a Portugal, porque resido en Lisboa, pero preferí quedarme cerca de mi familia, que estar solo allí sin poder ver a nadie. Ahora llevo cuatro meses en Berlín y creo que fue la mejor decisión, porque también tengo aquí mi estudio y ha sido un momento muy creativo.
¿Cuáles crees que serán los cambios más grandes que veremos en el futuro cercano? En Alemania ya ha habido algunos tests, ¿no?
Sí, hubo un video de una rave con distanciamiento social, que publicó una revista. Pero creo que no es viable hacer esto en un gran evento. Además, esta escena ha vivido siempre de la unidad, de la cercanía física de la gente. Tomará tiempo adaptarnos, especialmente porque los políticos tienen claro que los bares y las discotecas son puntos calientes de contacto de personas, y por lo tanto de contagio. En Alemania poco a poco la cosa está mejorando, permiten eventos de hasta 300 personas en interior y hasta 1000 en exterior. Sin embargo, nadie está confirmando eventos o festivales, porque tampoco hay unas directrices claras. Creo que hasta dentro de unos meses no podremos estar seguros…
¿Has aprovechado este tiempo de alguna forma concreta?
La verdad es que he estado muy relajado, básicamente por no tener el estrés de tener que actuar, no había presión o qué va a ser la semana que viene. Me centré en el estudio, en ponerme creativo, en conocer mejor algunas máquinas, experimentar con cosas. Creo que la presión de la vida en el estudio estaba quitándome concentración a la hora de crear. He hecho mucha música y me ha sido mucho más fácil terminar proyectos. Lo que sí tengo que decir es que, después de un tiempo, de un mes y medio confinado, me di cuenta de que echaba de menos la inspiración que me da viajar y conocer gente.
¿Y a nivel personal?
He dormido mucho (risas). Por eso, creo que recuperar mis ciclos de sueño ha hecho que muchas de mis canas desaparecieran naturalmente (risas)… ya sabes que tengo muchas. También he estado corriendo y viviendo muy sano… tampoco he bebido demasiado alcohol, así que creo que mi cuerpo está sanando (risas).
Una de las cosas que más ha florecido durante este confinamiento son los streamings de sets. Has tomado parte en varios, destacando el que hiciste en beneficio de la Cruz Roja de Ibiza. ¿Crees que los artistas se podrán beneficiar de esta herramienta, más allá de la promoción?
Creo que sí. Puede ser una gran herramienta para captar la atención de la gente y quizá ayude a la escena a volver a su cauce. Cantidad de clubes y promotores están sufriendo gravemente y estos streamings han ayudado a muchos de ellos a recibir cierto apoyo, bien sea a través de donaciones o visibilizando su situación. Cuando todo vuelva a la normalidad, todo empezará poco a poco, incluso desde cero. Antes de toda la pandemia, la escena de clubes ya lo estaba pasando mal, por eso creo que los streamings pueden ser una gran herramienta para juntar a la gente y llamar la atención para que la escena vuelva a la normalidad.
Y hablando de Ibiza, iba a ser un gran año para ti. Hubieras abierto Amnesia junto a Adam Beyer, Jamie Jones, Black Madonna, Seb Zito, Cuartero, Marco Faraone… ¿Qué tan importante ha sido la isla en tu desarrollo como artista?
Buena pregunta… y difícil. Creo que fue el lugar que más me impactó en mis primeros años, también en el sonido. Cuando empecé a ser DJ y a producir música, la primera “medalla” que quise conseguir fue la de pinchar en Ibiza. Este año es muy triste, porque quizá hubiera sido el año definitivo para mí, había shows muy buenos confirmados, como el de Amnesia Ibiza que has comentado, que es algo que llevaba soñando durante mucho tiempo. ¡Pero, qué se le va a hacer! Solo hay que aceptarlo, es algo que no puedo cambiar. Lo que sí puedo hacer es retomarlo donde lo dejé y seguir con esa fuerza. Quizá tengamos suerte y podamos vernos en Ibiza para otoño…
¿Y España? ¿Recuerdas tu primera vez aquí?
Creo que fue en Madrid, en un sitio llamado Low Club, que ya no existe o cambió de nombre. El sitio me gustó mucho, porque era un sótano con techo bajo y era enorme. Antes de eso, ya estuve incluso viviendo en Madrid durante un año, con 18 años, de intercambio estudiantil… Y antes de vacaciones con mis padres, a un lugar que se llama El Palmar, muy cerca de Cádiz y Jerez de la Frontera. Por ahí hay grandes olas, en la costa atlántica del estrecho. Fue allí donde aprendí a surfear.
Tienes un nombre un tanto curioso… Sidney Hurricane… ¿De dónde sale? No será de…
…De ‘Hurricane’ Carter, sí… Lo primero, en Alemania es muy raro tener dos nombres, pero a mis padres les gustaba la idea. Y mi padre era boxeador, y era tremendamente fan de Rubin ‘Hurricane’ Carter, porque siempre luchó por algo más grande que el boxeo.
Aunque tienes un nombre muy inglés, vienes de Alemania. En España tenemos muy mitificado todo lo que sale de Alemania, especialmente de Berlín. ¿Cómo fue crecer allí?
Yo me crié en Hamburgo, pero es cierto que me mudé a Berlín siendo muy joven. Estuve viviendo 11 años, hasta que el año pasado me mudé a Portugal. Berlín es una ciudad muy vibrante, puedes salir todo el día, la noche, y volver al tercer día. ¡Así es Berlín! No hay leyes de horarios para los clubes, por lo que puedes ir de uno a otro y bailar hasta que te canses. Esto es algo bastante único, aunque hay sitios donde también lo puedes hacer. Creo que es algo que la gente valora mucho. Pero por lo mismo es una ciudad en la que te tienes que saber controlar y tener disciplina, porque ese ciclo te puede destruir. Musicalmente, sí te puedo decir que mudarme a Berlín fue una de las mejores decisiones que he tomado, porque es algo que me influyó mucho en mi estilo y en cómo veo la escena. Hay mucha inspiración, porque cada fin de semana vienen los mejores DJs del mundo a actuar en clubes realmente únicos. Yo solía ir a Berghain cada domingo, al Panorama Bar, era como mi iglesia. Iba a ver DJs que nunca antes había escuchado, que venían de Chicago y Detroit, y que probablemente no podías ver en ningún otro lugar de Alemania…
O Europa…
Exacto. Es algo único que tiene esta ciudad.
Ahora vives en Portugal. ¿Por qué decidiste mudarte?
Por muchas razones. La principal es por todo el cambio que estaba viviendo yo, como artista. Llevo toda la vida yendo a Portugal con mi familia, lo siento muy cercano, tengo muchos amigos y me encanta surfear. Soy gran fan de Lisboa, el mar allí es espectacular y la comida también. Y después de 10 años de vivir en Berlín, sentí que necesitaba un cambio. Luego también por lo económico. Ahora me encanta el cambio que puedo experimentar cuando voy entre ciudades, porque tengo todavía mi estudio en Berlín.
¿Cambiar de ciudad ha afectado tu forma de hacer música o el resultado?
Sí. Como productor o DJ, todo lo que te rodea es una fuente de inspiración. El área de Lisboa es preciosa, siempre hay sol, está el mar, las playas, el surf… con esos estímulos nuevos diferentes, mi música ha cambiado mucho, en el sentido que ya no es tan oscura – al final de mi época en Berlín, mi música se volvió muy oscura – y ahora creo que refleja mejor mi carácter.
¿Cuál dirías que fue tu momento revelación? Cuando te diste cuenta de que te podrías dedicar a esto…
Recuerdo cuando me mudé a Berlín, y ya llevaba un año muy metido en la producción musical, mejorando cada vez más con el tiempo, ya había publicado unos cuantos releases y de pronto me llamó Markus Scholz, que solía ser el manager de Pan-Pot y M.A.N.D.Y., y ahora lo es de Amelie Lens y otros grandes artistas… en ese momento me llamó y me dijo que había oído hablar mucho de mí, por unos amigos suyos, y que quizá tendríamos que quedar para hablar. En ese momento me di cuenta que mi música llamaba la atención, para bien, y que podía competir en cierto modo. Siempre he ido paso a paso. Luego conocí a Santé, por ejemplo, y él me dijo que le gustaba mi música y publiqué en su sello unos tracks, por los que luego me felicitaron DJ Sneak, Darius Syrossian, Fatboy Slim, gente a la que yo admiraba y seguía. Todos estos pequeños pasos me dieron más motivación para ir en la dirección correcta. Creo que cuando publiqué ‘Ruffline’ en 8Bit y ‘House Lesson’ en Avotre fue cuando realmente todo dio un giro para mi.
Antes de eso, ¿tenías algún otro trabajo para mantenerte?
En esa época estaba apuntado a una agencia de castings para anuncios y catálogos (risas). También estuve trabajando en una panadería y antes fui asistente de management de medios audio visual, junto a un fotógrafo, durante bastante tiempo, e íbamos a agencias de modelaje y hacíamos los books de fotos. En esa época, solo pinchaba y producía para mí, pero mi ingreso venía de allí. Cuando me quise dedicar a la música fue cuando empecé a conseguir trabajos pequeños, en pastelerías, fregando platos, o lo que fuese, para llegar a fin de mes, comiendo pasta con atún todos los días…
¿Y has tenido un momento bajo, de decir “lo dejo”? ¿Cómo conseguiste recuperarte?
Sí, totalmente. Fue hace como dos años, cuando me agoté totalmente. Fue agotamiento. Estaba sentado en un avión y de pronto me entró pánico y no pude volver a subirme. Era al totalmente psicológico que no podía controlar y que era fruto del estrés de viajar demasiado y no cuidarme, no dormir, demasiada fiesta… Después de eso me vi forzado a cancelar dos meses de mi calendario, volver a Hamburgo e intentar descubrir qué me pasaba. Tuve que aceptar que necesitaba de alguien que me ayudase para salir de ese bucle. Mi familia me ayudó mucho, también intenté relajarme lo máximo que pude con acupuntura y meditación. Y fui a una terapeuta que me ayudó tremendamente, incluso con hipnosis. Después de mes y medio pude tomar un avión de nuevo, para una fiesta en Ámsterdam, y todo fue genial desde que me senté en el avión.
Empezaste en el mundo del hip-hop y del turntablism, siendo muy fan de A Tribe Called Quest. ¡Este año debes estar muy contento!
¡Sí! Me gusta mucho todo lo que están sacando, pero no es mi favorito. Quizá sea demasiado fan de su trabajo original, con ese sonido old-school. Las letras son brutales, pero los beats no suenan al ATCQ original… para mí, ‘The Low End Theory’ sigue siendo mi álbum favorito…
¿Escuchas algo fuera de la electrónica para inspirarte?
¡Claro! Escucho hip-hop todo el tiempo y también jazz. Me encanta ese aspecto aleatorio del jazz y me encanta poner eso también en mi música: situar sonidos en puntos del paisaje sonoro o momentos en los que nadie se los espera. Ese sentimiento jazzy que tiene el house, cada vez es más importante. Especialmente porque te permite experimentar…
Después de publicar en Do Not Sleep, AVOTRE, 8bit, Truesoul, Moda Black, Hot Creations, KDIS, SCI+TEC, Area Remote y tantos otros… ¿Qué es lo siguiente para Sidney Charles? ¿Y el álbum? ¿Para cuándo?
¡Para pronto! (risas). Lo cierto es que todavía estoy madurando mi sonido y todavía no estoy allí al 100%, pero puedo imaginar un disco en 2-3 años. De momento, el 3 de julio tengo un release en mi sello Heavy House Society, con remix de Black Loops; luego saco un remix y EP en No Art, un sello holandés. Y luego se viene una nueva referencia en el nuevo sello de Enzo Siragussa, LOCUS, que va a ser la bomba. Finalmente, saco otro track en Piv Records, y con eso doy por cerrado el año a nivel discográfico. También tengo algunas colaboraciones en marcha, con Josh Butler, Seb Zito y alguna otra cosilla en camino.
¡Muchas gracias por tu tiempo, Sid!
¡A vosotros!