Luis Rozalén (alias HD Substance) es uno de los artistas más reverenciados de la escena nacional y europea.
Texto: Eduardo Pérez Waasdorp
Este madrileño, adoptado ahora por Asturias, lleva en la vanguardia de la escena desde que en 1987 comprase su primer sinte y su imaginación empezara a volar con las cajas de ritmos y los sonidos alienígenas de los sintetizadores que forman ya parte de la banda sonora de su vida. Experimentado músico de estudio, HD Substance compagina actualmente su faceta artística como DJ y creador musical con la de coordinador docente de una de las academias más innovadoras del panorama español: The Bass Valley. Este curso, el Valley viene cargado de sorpresas, con cursos con algunos de los DJs, productores y músicos más importantes del panorama nacional – Uner, Cristian Varela, Tadeo, Carlos Koschitzky, Marc Marzenit o el propio HD Substance. Hablamos con él para descubrir cómo hace magia en su estudio, ubicado en la misma academia, y cómo fue que empezó en todo esto…
Poca gente en el ámbito electrónico de este país no conocerá, de una manera u otra, a HD Substance, pero Luis, cuéntanos ¿Cómo empezaste en todo esto de la producción musical?
Comencé tocando la batería con 15 años, luego de cantante en un grupo de techno-pop y en 1995 cree HD Substance. Cumplo 46 ahora, así que son 31 años de carrera que se han pasado volando. Por entonces los ordenadores eran para jugar a videojuegos y la producción la hacían los productores. Prefiero considerarme músico que productor.
¿Cuál fue el primer aparato que compraste?
Un sintetizador Kawai SX 240 que todavía conservo, me costó 50.000 pesetas, de segunda mano, y aun lo está funcionando.
Si tuvieras que elegir una máquina predilecta, ¿cuál sería?
Ahora mismo no puedo vivir sin el Arturia Beatstep Pro.
Con una lista tan larga de influencias a lo largo de los años – desde Depeche Mode a Kraftwerk o Tangerine Dream, pasando por Nitzer Ebb, Front 242 u Orbital – ¿Qué buscas expresar en tus producciones? ¿Cómo es tu proceso de producción?
Mi inspiración surge casi siempre a partir de la síntesis, creando sonidos desde cero con mis sintetizadores. En el aspecto temático me inspiro en el espacio, en lo infinito en cosas de otras galaxias y en el futuro. Puede sonar a excéntrico, pero es así. Quiero ayudar a que la gente salga de su realidad y se transporte a otros lugares.
Tu estudio, desde hace dos años al menos, se encuentra en las entrañas de la academia The Bass Valley, en Asturias. ¿Qué ha supuesto para ti el cambio? ¿Cómo se trabaja en el Valley?
Me impliqué directamente en la aventura desde el comienzo y mi estudio es mi aportación al mismo, tenemos una habitación grande y perfectamente acondicionada en la que se trabaja a la perfección. Aprovecho para decir que se alquila por horas, días o semanas (risas).
Además, eres el director docente de The Bass Valley. Cuéntanos, ¿cómo ha sido el reto de gestionar la academia?
Realmente no ha sido un reto porque se trata de trabajar con amigos y gente a la que respetas. La naturaleza de nuestras actividades no es masiva así que solo hay coordinar un curso al mes, lo que no es mucho comparado con una escuela al uso. Ofrecemos cursos para un número máximo de 8 personas, la filosofía es la calidad y no la cantidad.
También eres uno de los profesores, dando clases y masterclasses de producción en hardware, Ableton en general a distintos niveles, etc. ¿Qué buscas transmitir a tus alumnos?
La idea es trabajar mano a mano con los profesores, a la antigua usanza, como maestro y aprendiz, centrándose en lo efectivo y práctico, sin mucha literatura ni teoría. Suelo plantear las clases como la rutina de crear un tema completo, en ese trayecto se pone en práctica todo lo necesario: síntesis, sampling, edición de audio, eq, dinámica, mezcla, arreglo y pre master.
¿Cómo valoras la existencia de una plataforma como The Bass Valley en Asturias?
Es algo único a nivel mundial, no hay nada igual y por supuesto aporta mucho al panorama local, aunque el 90% de los alumnos hasta ahora fueron de fuera de Asturias. Algo igualmente curioso es que hasta el momento solo hemos tenido una alumna.
Dos años después de su fundación, ¿cómo ves la progresión de la academia en el panorama nacional? ¿Habéis tenido alumnos de otros países?
Alumnos no, porque de momento las clases son en español. En el área del alquiler de estudio el 90% de los clientes han sido de fuera de España.
Con profesores de la talla de Tadeo, Kino Internacional, Marc Marzenit, Pedro Viñuela o incluso el mismísimo Terrence Parker, y tú, por supuesto, ¿es la oferta docente lo que diferencia a The Bass Valley de otras academias? ¿Qué otros aspectos destacarías?
Más que la oferta docente es el tipo de experiencia inmersiva, la convivencia en la casa y el entorno natural.
También son famosos ya los streamings o eventos, como las ferias del vinilo que organizáis. ¿Qué tan importantes son estas actividades en la vida del Valley?
Son un complemento que ayuda a diversificar las actividades y a dar proyección a la marca.
En el terreno personal, HD Substance sigue fuerte, con actuaciones por toda la geografía nacional y europea, tu programa de radio y una reciente publicación en forma de EP en Concerns Music. ¿Qué planes tienes para el resto del año?
Este verano comienzo la composición del que será mi séptimo álbum de estudio, continúo con Leandro Gámez la gestión de nuestro sello SUBtl, mi colaboración regular con Cassette Club y por supuesto el Valley.
Finalmente, Luis, ¿algún consejo tanto para los que estén empezando a producir, como para los que ya lleven un tiempo y quieran dar el siguiente paso?
Que usen el cerebro y las orejas como herramienta principal, que hagan música con lo que sea, pero que la hagan. Que inviertan las horas que hagan falta en sacar lo mejor de su equipo. Si quieren ayuda, aquí estamos nosotros para ello: The Bass Valley.
* Extraído de Dj Mag Es 078