Este segundo trabajo materializa la razón de su éxito.
El trío escocés lo ha vuelto a hacer. Si en 2013 lograron el favor de la crítica y el público con su primer trabajo “The bones of what you believe”; “Every Open Eye” confirma que no fue algo efímero, caduco, como una estrella fugaz que disfrutas en el momento pero olvidas rápidamente, sino que han venido para quedarse. ¡Y de qué forma!
Este segundo trabajo engancha desde el principio. Con las primeras notas de “Never Ending Circles” ya sabes que estás ante algo bueno, muy bueno, hecho que se consolida con el segundo tema “Leave a Trace”. No se trata sólo del sonido tremendamente particular que han conseguido crear, con un carácter propio que sobresale por encima de cualquier influencia; en el que la voz de Lauren, tan dulce como aguda, se convierte en la base que da solidez a todo el conjunto. Son también las letras, escritas de forma inteligente, rompiendo clichés, y con una rítmica que habla por sí sola. Y esta intensidad se mantiene a lo largo de todo el disco, como lo demuestran “Make them Gold”, “Clearest Blue” o “Empty Threat”; aunque es cierto que existen un par de excepciones como pueden ser “High Enough To Carry You Over” (único tema cantado por Martin Doherty) o “Afterglow” que manejan otro ritmo, más lento, que pueden desgajarse un poco del tono general.
“Every Open Eye” es de esos discos que estabiliza a un grupo, que crea camino y ganas de recorrerlo. Y todo eso cuando Chvrches tiene sólo cuatro años de historia, ya que fue en 2011 cuando Lauren Mayberry, Ian Cook y Martin Doherty decidieron unir sus talentos. El futuro, su futuro, es prometedor y sobre todo afianzado.
Sube el volumen, cierra los ojos, y disfruta de los que sin duda serán los futuros himnos de este grupo.
Texto: Tracy Sybil Arijón