La Boy Band ataca de nuevo
Autor: Eduardo Pérez Waasdorp
Fotos: Anna Tea, Paul Krause & KasiaZacharko
Hace justo un año, el fenómeno causado por la irrupción de Fjaak en el panorama electrónico a través de la etiqueta de culto Monkeytown con su álbum debut llenó de luz una escena necesitada de productos frescos y novedosos, que pusiese en jaque el sonido prototípico en el que se han instalado ciertos subgéneros, especialmente en Alemania.
La otrora capital creativa del mundo electrónico, ciertamente, ha bajado el pistón en cuanto a la frescura de algunas de sus exportaciones se refiere. En ese contexto de pronto irrumpió esta boy band compuesta por Felix Wagner, AaronRöbig y Kevin Kozicki, amigos de infancia que desde jóvenes empezaron a experimentar con la música y a intentar romper con lo establecido.
La propuesta de Fjaak, sin duda, es de las que engancha. Sin atisbo de ordenadores en su directo, se trata de una amalgama techno soñadora y bien fundada, con toques bass, acid y de todas las influencias individuales que Felix, Aaron y Kevin han ido aportando a titulo individual.
Ahora, poco más de un año después de la publicación de su primer largo, Fjaak vuelven con ‘Havel’, otro largo de estudio que además han decidido distribuir ellos mismos, a través de su sello homónimo, Fjaak, con colaboraciones nuevas, como la de Tobi Neumann, o de viejos conocidos como J. Manuel.
Volvemos a hablar con el trío salido de Spandau para que nos cuenten en qué han estado metidos este año que llevamos sin hablar con ellos, de dónde han sacado la inspiración para este trabajo y qué planes tienen para el 2019 que se nos viene encima. ¡Música, maestros!
¡Hola Wagner, Aaron y Kevin! ¿Cómo os trata la vida desde el año pasado?
¡Hemos tenido muchos bolos y hemos hecho mucha música! Hemos visto y conocido muchos lugares realmente locos e increíbles, además de buena gente. Todos han hecho un gran trabajo, ¡haciéndonos disfrutar de nuestros viajes y de nuestro trabajo todavía más!
Hace tan solo un año fuisteis protagonistas de las mismas páginas de nuestra revista, por vuestro álbum debut en Monkeytown. No muchos artistas consiguen aparecer dos años seguidos en nuestra revista. ¿Cómo ha sido la evolución de Fjaak desde entonces?
Hemos tenido un año muy productivo y nos hemos comprado el doble de equipo (risas). Empezamos a trabajar en estudios diferentes, además de haber ido a los espacios de otros amigos. Hemos estado también en estudios de todo el mundo, desde Brooklyn a Berlín. Y también trabajamos con nuestros amigos FadiMohem y J. Manuel, que además colaboraron en el álbum…
Justamente, acabáis de publicar ‘Havel’, vuestro nuevo largo. Con vuestro pasado álbum homónimo, ‘Fjaak’, entiendo que la mayor parte de los tracks fueron grabados en jamsessions. ¿Cómo ha cambiado vuestro proceso creativo en el nuevo LP?
En verdad nuestro proceso no ha cambiado. Es cierto que parte de los tracks llevan su composición, pero es parte de nuestro proceso, al que estamos acostumbrados por nuestro anterior disco. Pero sí, en este disco también hemos hecho muchos jams. Hemos colaborado con amigos y hemos hecho muchas sesiones de estudio que acabaron en jams y grabaciones de hardware. También trabajamos durante más tiempo en ciertos tracks, como en ‘Version 1.3.3.7’.
Esta vez, no ha habido terceras partes en la ecuación, ya que publicáis ‘Havel’ en vuestro propio sello, Fjaak. ¿Por qué decidisteis empezar un sello?
Porque queríamos cometer los errores nosotros mismos y aprender de ellos (risas). Pero hasta llegar a ese punto, pasamos por varios momentos, que nos llevaron finalmente a tomar la decisión. Al final, ya somos tres personas y tenemos que cumplir con diferentes compromisos todo el tiempo. El hacer el sello tenía que ver con hacer nuestras cosas a nuestra manera.
Comparado con vuestro primer álbum, ¿cuánto os costó acabar ‘Havel’? ¿Justo un año o hay temas más viejos en él?
En su mayor parte es bastante fresco, aunque también hay piezas en las que hemos vuelto a trabajar y remixes. Siempre volvemos a nuestras anteriores sesiones y hasta revisamos tracks que no pasaron el corte en el anterior álbum en Monkeytown, sobre todo por no encajar con el hilo conductor del disco – al final, todo álbum debe seguir un concepto.
¿Por qué el título, ‘Havel’?
Havel es el río más importante de nuestras vidas, crecimos en torno a él. En Spandau, el Havel y el conocido río Spree confluyen, lo que lo convierte en un lugar muy especial.
En el disco anterior, habíais colaborado con Rødhåd y Modeselektor. Esta vez las colaboraciones han ido de la mano con Koogan, J.Manuel, FadiMohem y Tobi Neumann. ¿Por qué ellos? ¿Qué aportaban a la ecuación?
Somos todos amigos y tan solo ocurrió en el momento adecuado. Además, J. Manuel es la antigua J de Fjaak, por lo que siempre será parte de nuestra familia. Lo mismo ocurre con Fadi, que es un antiguo amigo de nuestra ciudad, Spandau. Además, él está trabajando en el Apollo Studio, de Tobi Neumann. ¡Aunque casi mejor llamarlo nave espacial! (risas). O sueño analógico… ¡Desde aquí, gracias por el buen rato, Tobi!
Vuestro directo es uno de los más potentes del panorama. ¿Qué tan diferente es vuestra mentalidad en un directo a estar en el estudio?
La mayor parte de las veces usamos setups similares y compartimos equipos en nuestro directo y en el estudio, así que el proceso es bastante parecido en general. Y eso es algo bueno e importante a la hora de transferir más energía a las producciones – y luego, de vuelta a la pista de baile, claramente –.
Sois uno de los pocos directos que tocan sin ordenadores. Recuerdo que nos contabais que no lo hacíais así porque sería aburrido ver a tres tíos delante de un portátil pero… ¿Qué tan grande es el reto, técnicamente hablando?
Somos capaces de compartir los roles con bastante facilidad, ya que somos tres personas y todos sabemos lo que tenemos que hacer y, a medida que improvisamos con amigos, todo el tiempo estamos acostumbrados a esas decisiones intuitivas que son necesarias para hacer de una improvisación algo bueno e interesante. Usar ordenador no es que sea aburrido, que también, pero con las máquinas que tenemos nos divertimos más y nos habilita a tener una mejor interfaz y más botones para controlar. ¡Además, estamos cansados de mirar pantallas todo el tiempo!
Este año la industria se ha centrado en cómo afrontar los problemas de soledad, salud mental y acoso que invaden nuestro día a día como gremio. Recuerdo que dijisteis una vez que vosotros os sentís “como en una excursión continua con tus colegas”, pero… ¿ha habido algún “peaje” que hayáis tenido que pagar?
Ninguno en especial. Simplemente, puede joder tu cuerpo y si los bolos no están bien conectados te jode la vida. También que tu vuelo se cancelado o que la comida del aeropuerto sea una mierda… ¡Eso te jode el cerebro! (risas). Pero eso es solo un pequeño problema si lo comparas con los lugares increíbles que hemos podido visitar en los tours. El fin de semana pasado estuvimos en Seúl, para el Hightech y al día siguiente nos fuimos a Singapur. Cuando éramos más jóvenes, ¡no nos podíamos imaginar visitar sitios así!
Este año habéis venido varias veces a nuestro país, a Madrid, Barcelona e Ibiza. ¿Qué pensáis de la escena de nuestro país?
¡Nos encanta España! Y la escena, desde fuera, parece estar fuerte y creciendo, sin duda. Y vemos que cada vez salen más talentos interesantes. Pero eso es lo que vemos desde fuera y de la impresión que nos han dado nuestras visitas.
Muchos os han llamado la boy band de la electrónica. ¿Con quiénes os sentís más identificados? ¿The Backstreet Boys? ¿N’Sync? ¿Blink 182? ¿O sois más de Foo Fighters?
(Risas) ¡Una mezcla de Cheech & Chong y las Spice Girls!
Finalmente, chicos, ¿qué planes tenéis para 2019?
¡Seguir trayendo buena música a muchos grandes lugares!
¡Gracias por vuestro tiempo!
¡A vosotros!
* Extraído de DJ Mag ES 95