Conquistando la capital
Texto: Julia Lozano
Ramona González aterrizaba en Madrid en una gira en la que presenta temas de su nuevo trabajo, Real High, que ha sido lanzado en su propio sello, Gloriette Records, sello en el cual editan también artistas de la talla de Ariel Pink, The Samps o Pearl Harbor. En este último disco, quizás la californiana ha dejado un poco de lado el sonido más naïve de sus anteriores largos para, de nuevo, acercarse más al house o el lo-fi.
Todo ello, afortunadamente, sin perder la esencia ácida y difuminada y sintética de sus melodías. Y los bajos con los que comienzan las canciones, que recuerdan al R&B más suculento de los 90’. Al llegar a una Moby Dick que lucía tan solo a media capacidad, nos colocamos en primera fila para comprobar que sobre el escenario, el set up pintaba bastante intimista, cosa que automáticamente no llevó a pensar que experiencia iba a ser bastante especial.
Puntual como un clavo y acompañada por su inseparable ex-marido y colaborador, Cole, que se encargaba de llevar el grueso de las bases y los patrones rítmicos (y con el que conserva una química profesional chispeante) Ramona comenzó enlazando sin que le temblara el pulso, paisajes metálicos perfectamente ejecutados al teclado al tiempo que nos regalaba su voz. Una voz sugerente, cálida y onírica, comparable incluso a la mágica Julie Cruise.
El poco público que tuvo la suerte de asistir a aquella píldora dulce de Lunes, con toda seguridad, no se arrepentía. Además de canciones como ‘The Answer’ (favorita de este año), ‘I don’t know’, ‘Obsession’, la ‘casi’ trap ‘R We Talking Long’, ‘In The Nite’ o ‘Real High’, de su álbum homónimo, sonaron también algunos himnos como ‘One Second of Love’, ‘Falling Far’, ‘What did He say’ o ‘Weak for Me’. De su primer disco, ‘Good Evening’ o incluso el ‘Want you Back’.
Qué buen sabor de boca nos dejó Ramona y qué ganas de tenerla visitando España más a menudo. A la espera de más fechas…