Paraíso sin duda ha conseguido afianzarse como una alternativa real dentro del circuito de grandes festivales en una ciudad tan complicada como Madrid.
Y es que este año la apuesta de Paraíso por ciertas tendencias, tanto musicales como artísticas y de sostenibilidad, ha hecho que el gran público perciba su propuesta de forma seria, poniendo siempre a la música y su calidad por delante de cualquier otra consideración.
Pero en esta época, un festival es mucho más que música. O así lo demanda la audiencia. Por eso, Paraíso desde un principio ha buscado adaptar y ampliar su propuesta con diferentes acciones, que han podido verse este año.
Un total de 11 instalaciones artísticas han formado parte del entorno sostenible de Paraíso. Entre ellas, “Urban Espora”, del grupo TEXTWO, dando vida a algunas de las zonas de descanso de Paraíso; “Bailando con Paraíso”, del colectivo Instinto Salvaje, ha iluminado de nuevo las letras del festival con diferentes efectos; “Dancing Wave”, una estructura lumínica de 5 metros, deslumbró a los asistentes y les sorprendió junto a las “Criaturas del paraíso” de Mónica Boromello repartidas por todo el recinto.
La chef Rebeca Hernández sació los paladares más exigentes a través de 14 food trucks. Recién galardonada con un Sol Repsol, la chef ha comisionado por segunda edición propuestas y menús con gran presencia de ingredientes ecológicos, de proximidad y de temporada.
Por este y muchos otros motivos, Paraíso se confirma como uno de los festivales que más crece este año – en torno a un 40% según cifras del festival –. Eso, unido a su comentada asociación con Sónar el año que viene, promete ser el catalizador definitivo para que en nuestro país se puedan disfrutar de propuestas de música electrónica alternativa y a gran escala, tomando debido ejemplo de otras grandes citas y ciudades europeas.
+info: www.paraisofestival.com
* Extraído de DJ Mag ES 102