Con 15 actuaciones de ensueño, el festival colgó su cartel de sold-out hace meses
Foto: Amr Mohsen
Después de dos años de parón obligado a causa de la pandemia, el festival catalán vuelve a la carga y celebrará su quinta edición en las montañas del Solsonès (Lleida) los próximos días 2, 3 y 4 de septiembre.
Los organizadores de Paral·lel Festival, fieles a su espíritu inicial de mantener un encuentro íntimo para los amantes de la música electrónica de todo el mundo, no fallaron a su palabra y las entradas, limitadas a 1500 personas, volaron completamente cinco semanas después de anunciar las fechas del evento.
Tras cuatro ediciones exitosas en la comarca del Berguedà (Barcelona), el festival se traslada ahora a las inmediaciones de las pistas de esquí del Port del Comte (Lleida), a dos horas de Barcelona.
Esta nueva localización a 1700 metros de altura sobre el nivel del mar, rodeada de bosque y con unas vistas espectaculares sobre las montañas de alrededor, permitirá a la organización ofrecer un mayor espacio para el público asistente, con zonas diferenciadas para las actuaciones musicales y acampada, así como mejoras generales en los servicios y la comodidad de los privilegiados que tengan su entrada.
Respecto al cartel, quince actuaciones de ensueño se reparten en tres días que corresponden a los actos programados por el festival como prólogo (viernes), historia (sábado) y epílogo (domingo).
Los nombres que se han confirmado para este quinto aniversario van desde los artistas locales a nombres internacionales como VRIL, Pajaro Dune, Shackleton, Ulla Straus o Peter Van hoesen, que vuelve al festival después de su participación en la primera edición en 2016.
El festival también contará con los DJ sets de GiGi FM, F-On, Kangding Ray, Jane Fitz, Konduku, Sa Pa, Sybil o el esperado DJ Nobu. Los dos programadores y djs residentes del festival, Guillan y Refracted, cierran la programación de uno de los encuentros más esperados del panorama de los festivales internacionales.
Paral·lel se diferencia de otros festivales en tres aspectos básicos: su entorno en plena naturaleza y rodeado de montañas, su pequeño formato y un cartel que se diferencia del resto de propuestas del panorama nacional.
El ambient, el downtempo, el dub o el techno se reparten a partes iguales entre el día y la noche con pausas prolongadas entre cada día para que el público asistente pueda también descansar y disfrutar del entorno en la naturaleza.
El festival catalán ha demostrado a lo largo del tiempo su compromiso con el territorio, y es por eso que desde la organización se impulsan acciones para que el retorno del festival sea también positivo para todos los agentes locales.
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