Si hay un género que está tomando el relevo del EDM en cuanto a popularidad se refiere, creo que todos tenemos claro que es el tech-house
En un momento en el que la electrónica se encuentra en su punto más álgido y su influencia la encontramos en la mayoría de las producciones que escuchamos a lo largo del día, el tech-house se erige como la nueva ola a la que majors se empiezan a agarrar para seguir haciendo billetes a través de productos pre-fabricados. Esto está haciendo que al tech-house se le vea como un genero casi maldito, del que muchos artistas y sellos están empezando a renegar.
Pero… ¿Qué es el tech-house? y lo más importante, ¿por qué produce ese rechazo? Para responder a la primera pregunta tiro de Wikipedia y plagiando, como haría la mismísima Ana Rosa Quintana, os planto a continuación lo que esta enciclopedia nos dice sobre el género. “El Tech-House [sic] es un estilo de música electrónica de baile que se originó en la segunda mitad de los años 1990 y que se caracteriza por fusionar o mezclar elementos del techno y del house”. Leyendo esto puedes pensar: ¡Genial, tengo lo que más me gusta de los dos géneros más importantes de la electrónica! Entonces, y aquí viene la segunda pregunta, ¿por qué produce ese rechazo?
La respuesta fácil y que más de una vez he escuchado es la que dice: “Es que, no es ni techno ni house, y es que a mí me gusta mucho: a) el techno b) el deep-house o c) introduce aquí tu respuesta…”. Para no quedarnos aquí y para profundizar más en esta segunda pregunta que os planteo – y en la que daré mi opinión personal como DJ/productor – he recurrido en el titulo a un refrán que resume lo que actualmente veo que esta pasando con el género.
Para ponernos en contexto, estamos en un momento en el que la figura del DJ atrae a jóvenes (y no tan jóvenes) de todo el mundo. Esta atracción hace que estemos saturando el mercado de Milli-Vanillis en un tiempo record. Estamos sacando a personajes populares, ya sean modelos o instagramers, y poniéndolos frente a mesas de mezclas a hacer un show. También vemos casos de DJs de EDM “volver” al tech-house con otro AKA, ya que esto es “lo que DE VERDAD les gusta”. Supongo que a lo que se refieren cuando dicen esto es a los fajos de billetes, a los viajes en jet privado y a subirse al carro de lo que el público demanda.
Esto es lo que, ilusamente, intuimos que “ofrece” el tech-house a quien se agarra a él en busca del éxito fácil. Como hace años se agarraban un montón de chavales al EDM. Intuyo que muchos de esos chavales se habrán enganchado al tech-house a día de hoy. Aunque, gracias a DIOS, D10S o a quien sea, de momento no hemos visto que se produzcan tartazos en la cara…
Lo que sí estamos viendo es que, de la nada, aparecen productores productos que con un tema ya se ponen en el numero uno de Beatport, copan portadas de revistas y tienen por delante una agenda más apretada que los pantalones de Kim Kardashian. Estos personajes cuentan con un apoyo, de buenas a primeras, que muchos en la vida conseguirán por mucho que se esfuercen.
Dejando a un lado la falta de originalidad que muchos achacan al tech-house (¿de verdad tenéis los santos c****** de decir que a día de hoy hay un género original?), me gustaría centrarme en los productos generan este rechazo. Estos son, en realidad, movimientos de empresas que se dedican a fabricar artistas y que a cualquiera con dos dedos de frente, su aparición de entre la nada, evidentemente le chirría.
Estos productos son los que más comentarios negativos despiertan y los que hacen que, por una manera de actuar, se le coja tirria a todo un género. Pasó con el EDM que, ahora en sus horas más bajas, muda su piel e introduce su manera de actuar, más camuflada, en el tech-house.
Pero, ¿acaso este apoyo a artistas es de buenas a primeras? Yo creo que no. Creo que, detrás de cada gran éxito de artistas que emergen de la nada, hay un plan concienzudo, que muchos DJs y productores deberíamos aplicar a nuestros casos personales. En caso de que queráis hacer una carrera en el mundo de la música, debéis saber que, desde hace mucho tiempo, esto ya no se trata solo de terminar un disco en Ableton con 4 loops y esperar sentado a que te lluevan los bolos. Que el trabajo de un artista hoy en día, por mucho que a la gente le duela, ya no se trata de solo hacer música.
¿O, acaso, no es nuestro deseo de triunfar el que nos hace mirar con recelo a estos artistas? ¿Porqué ayer nos molestaba el EDM y hoy el tech-house? ¿Quién nos dice que mañana no sea el turno del techno o del house? Pensadlo. Os dejo esta reflexión final para que cada uno, en la intimidad de baño, la responda por sí mismo…
* Extraído de DJ Mag ES 98