Removiendo el pasado.
Texto: Gerardo Cartón
El sello francés Infiné acaba de reeditar esta joya escondida de la cold-wave de principios de los ochenta casi imposible de encontrar actualmente. Allá por el año 1981, el músico británico Karel Beer y el pionero de la electrónica francesa, Bernard Szajner se unieron bajo los pseudónimos de Joseph Weil y Norman D.Landing y con el nombre artístico de The Hypothetical Prophets, hicieron creer al mundo que habían sacado este disco de una central nuclear soviética y que éste había sido grabado por científicos rusos.
En la era pre-cibernética, estas cosas ocurrían, y había creyentes y escépticos a partes iguales. Pero lo mejor de esta historia no es la idea en si misma, sino que, por increíble que parezca, The ( Hypothetical ) Prophets fueron fichados por CBS en Francia y llegaron a editar el disco también en Estados Unidos y en el Reino Unido a través de las filiales de dicha multinacional. Pero para saber más de esta carpetovetónica aventura, nos sentamos con Karel Beer en su casa de París para despejar cualquier atisbo de duda. Pasen y oigan…
¿Qué tal, Karel?
Bien, muy bien. Muy contento de que este trabajo vuelva a ver la luz, aunque se haya desvelado el secreto…
Bueno, antes de meternos en materia con la historia del disco, me gustaría saber qué es lo que echas de menos de los 80. ¿Cómo se hacia música en la época y cómo se percibía comparándolo con los tiempos actuales?
Lo primero que echo de menos es que por aquél entonces yo era mucho más joven (risas). En lo que se refiere a nuestro caso a la hora de hacer música, elegimos los sintetizadores porque eran mucho más baratos que los instrumentos y, además, no queríamos competir con el punk, estilo de moda en esa época. Con respecto a la manera de concebirla, los sellos se arriesgaban bastante más que ahora, puesto con vender 750 copias de un disco, era suficiente para cubrir gastos. Además, radios independientes como XFM en Londres empezaron a salir como champiñones y todas ponían nuestra música.
¿Era el público de entonces más abierto a la hora de descubrir cosas nuevas?
Creo que no. Ahora con Internet la gente descubre cosas más raras y difíciles de encontrar. En la época era mas complicado acceder a según que cosas, incluido nuestro disco.
Entonces, ¿crees que ahora es mas fácil entenderlo?
Ahora es más sencillo entender el concepto. En la época la mayoría de la gente se creyó que esto era una especie de disco secreto hecho por algún súper músico tipo Jean-Michel Jarre…Fue percibido como un fenómeno del estilo de The Residents, una banda que en la época era objeto de todo tipo de especulaciones con respecto a la identidad de sus miembros. Nosotros nos convertimos en The Prophets, porque supuestamente fuimos los descubridores de tamaño artefacto. ¡Y lo más fuerte es que nos fichó CBS!
Luego hablaremos de la historia de vuestro fichaje por la filial francesa de dicha discográfica, pero antes explícame, ¿la historia sobre la URRS era una protesta contra el régimen soviético o una mera provocación?
Más una provocación. Porque la amenaza nuclear era cierta y eran tiempos muy duros, de ahí la historia de que el disco fuera grabado por una especie de científicos “siniestros” de la Unión Soviética. Un poco como El Gabinete del Doctor Caligari pero “al estilo Ballard”.
¿Cómo fue lo de colaborar con Bernard ? ¿Vivíais en la misma ciudad?
Conocí a Bernard en 1969. El era el técnico de luces de un grupo de rock psicodélico que yo tenía en aquella época. También lo hacía con bandas más grandes como The Who, Gong o Magma. Al poco tiempo, empecé con mi pequeño sello discográfico y le produje y le saqué sus discos en el Reino Unido. Éramos dos personas muy cercanas y la colaboración entre ambos surgió de un modo natural.
¿Todavía tienes contacto con él? ¿Está contento con la reedición del disco?
Sí, precisamente quedamos para cenar la semana pasada. Bueno, él está con sus cacharros electrónicos y sus luces, pero creo que sí, que está encantado. Hace poco le mandé el arte del disco y le pregunté que si le gustaba. Me dijo que si, y que estaba muy orgulloso de lo que hicimos en esa época. Como yo.
¿Y cómo leches os ficho CBS?
Fue algo completamente incomprensible. Imagínate la hoja de promo. “Hecho en Rusia”, “Editado en Francia…” A nadie le gustaba cuando lo sacamos, pero un Dj de una radio francesa lo pinchó en su programa y alguien de CBS Francia alucinó al oírlo. Cuando contactaron conmigo, yo firmé el contrato encantado, pero llegué a pensar que la KGB se había infiltrado en la CBS para quemar todas las copias…
(Risas) ¿Y cómo es eso de sacarlo también en los USA y reeditarlo en UK vía una major? Eso es todavía más surrealista, ¿no crees?
Cuando CBS lo sacó en Francia, lo primero que hizo fue traducir la hoja de promo a varios idiomas. Inglés, francés, alemán…El departamento de marketing no creía en el disco en absoluto, y casi me lo paralizan todo, pero a los jefes les gustó la portada y lo acabaron editando. En Reino Unido lo saqué en mi sello de nuevo, y así empezó la “vida” de esta locura. Al poco tiempo, la compañía dejó de apoyarlo completamente, y cuando estaba prácticamente enterrado, hubo Dj´s en varias radios norteamericanas que empezaron a apoyarlo, por lo que la oficina francesa decidió “reflotarlo” e incluso hacer un video-clip con el single ( “Fast food”). Cuando esto sucedió, CBS UK decidió sacarlo en mí país, así que hay tres versiones del disco. Los singles también son distintos.
¿Cuáles son exactamente?
Epic Francia, IRC (mi sello), Epic UK y CBS América. ¡Hay cuatro, no había caído en ello!
Éramos pocos y parió la abuela…(risas) ¿Y qué artistas o músicas os influenciaban en aquellos años ?
Bernard estaba muy influenciado por el músico francés Pierri Henri. A nosotros no te creas tú que nos gustaban especialmente grupos como Kraftwerk o OMD, tan de moda en aquellos años. A nosotros nos interesaba más la música contemporánea y vanguardista de la segunda mitad del Siglo XX.
Cambiemos de tercio, Karel. ¿Cómo prefieres la música, grabada o en directo?
¿Cómo la disfrutas más?
Difícil pregunta… ¡Y buena! Mira, si voy en coche la prefiero grabada, pero en un concierto la prefiero en directo (risas). No, en serio, creo que si tuviera que optar por una de las dos opciones me decantaría por la música grabada. Nunca fui realmente un músico de directo, así que prefiero el estudio.
Pero por lo que he visto en tu biografía, llegaste a hacer un festival en Francia. Háblanos un poco de él. ¿Por qué lo dejaste?
Lo dejé porque tenía a mucha gente opinando a la hora de elegir a los artistas del cartel. También llegó un momento en que pensé que venía poca gente y que nunca íbamos a llegar a ser un festival internacional. Yo quería hacer algo como Montreaux pero en íntimo, pero al final, no solo la gente de la organización, sino los propios artistas que participaban en él, se me rebelaron…¡Eran mis amigos, joder! Pero les gustaban demasiado las guitarras…Aún así, guardo un muy grato recuerdo del mismo. Hubo encuentros increíbles, como David Thomas con sus Pere Ubu originales, Hugh Cornwell, el primer cantante de The Stranglers con con PJ Cole…
¿Cuáles son tus proyectos principales ahora mismo?
Soy agente de stand-up comedians en París. Pon “Wiggly” en Google y ese soy yo. En España lo hacen en Barcelona. Además, organizo también algún concierto que otro, pero son cosas muy raras que no van al resto de Europa.
¿Qué me dirías si un festival como Sónar o Mutek os hicieran una oferta para tocar este disco en directo ?
No sé…No lo haría. No era la idea…¡Y seguro que le tendríamos que pagar algo a CBS! (risas). Además, necesitaríamos un director musical. Nosotros no podríamos tocarlo. Es muy complicado para una banda…Pero si alguien lo hace, lo disfrutaremos como público, no te quepa la menor duda.
Es mejor dejarlo así, como un tesoro oculto descubierto, ¿no crees?
Sí, me sigue gustando esa idea, la de que nadie pudiera averiguar de dónde venía. Yo lo veo como el álbum blanco de los Beatles. Vas del pop a lo más raruno (como de ‘Obladiobladá’ a ‘Revolution Number Nine’).
Explícanos un poco el proceso de grabación, porque antes no había samples,
¿verdad? En cambio hay algunas partes del disco que parecen hechas por un sampler…
¡Qué va! Está todo hecho con cintas. Por ejemplo, una vez grabé a Margaret Thatcher de la radio y la procesamos con varias cintas. Luego lo volvíamos a mandar al multipistas y allí lo procesábamos de nuevo. Hasta el año 85 no llegó el sampler. Tampoco sabíamos de Midi. Lo hicimos con un viejo sintetizador y un procesador. Cuando llego el Midi nos volvimos locos ¡Podías hacerlo todo tú solo; ¡sin músicos!
Pero esa manera digamos, casi “artesana” de trabajar, era guay, ¿no?
Si, la verdad es que más bonito trabajar así porque cuando te salía algo era como si hubieras descubierto la pólvora, ya que ninguno de los dos pensaba que pudiera funcionar. No teníamos ni puta idea de cuál iba a ser el resultado final, pero mira…¡É voilá!
Ya para despedirnos, define el disco a nuestros lectores en unas pocas palabras…
“El White Album de la experimentalidad” (¡y el single ‘Fast food’ es como ‘Back in The USSR’!).
Mil gracias por haber hecho esta obra maestra, Karel. Ojalá nos volvamos a encontrar en el camino.
A vosotros. Nos vemos en España (original en castellano).