Asistimos a la edición híbrida del festival L.E.V. en Matadero Madrid y virtualmente en Planet Lev
Autora: Helena Bricio
Sabíamos que este año iba a ser especial, sabíamos que L.E.V Festival cuenta con años de experiencia a sus espaldas y sabíamos que este año había mucho trabajo invisible detrás de la nueva edición. Sin embargo, lo que no sabíamos era que íbamos a viajar a un planeta nuevo y virtual llamado Planet L.E.V.
En 2019 nacía la extensión de L.E.V. Gijón en Matadero Madrid, un espacio camaleónico que ofrece distintos espacios capaces de adaptarse a las necesidades de un festival como éste, que explora la vanguardia de la creatividad digital contemporánea. Este año, sin duda alguna, la vanguardia ha traspasado las fronteras de la realidad y de la ficción y durante cuatro jornadas, del 24 al 27 de septiembre, pudimos disfrutar de actividades presenciales, propuestas específicamente creadas para el entorno digital y experiencias inéditas en el ámbito de la creación audiovisual, la electrónica y el uso de herramientas digitales. El festival se celebró en tres espacios distintos: Vortex, Ciudad Aumentada y Planet Lev.
Desafiando tiempos pandémicos, L.E.V. se adaptó y ofreció a los asistentes meticulosas medidas de seguridad higiénico-sanitarias: aforos reducidos, higienización de equipos (gafas de VR y AR, mandos…) mediante esterilizadores de luz utravioleta y distintos pases en franjas horarias seleccionadas para que los asistentes pudiesen disfrutar de los distintos espacios y actividades del festival. Después de esto no hace falta que mencionemos que era obligatorio el uso de mascarilla y gel, ¿no?
El viernes asistimos a las actividades de la Nave 0 y Nave 16 enmarcadas dentro del espacio Vortex, enfocado en experiencias inmersivas, tanto de realidad virtual o como de realidad aumentada con distintos proyectos que exploraron la experimentación sonora y el concepto de viaje. Dentro de la Nave 0, disfrutamos un viaje a la luna en VR de 15 min. basado en imágenes de la mitología griega, la literatura, la ciencia y las películas de ciencia ficción del espacio. En To the Moon recorrimos distintos esqueletos de ADN y basura espacial para terminar a caballo explorando el satélite. Creada por Laurie Anderson, escritora, directora, artista visual y vocalista, una de las artistas norteamericanas más prestigiosas en EE.UU., especialmente conocida por sus presentaciones multimedia y por su innovador uso de la tecnología, junto a Hsin-Chien Huang, artista multimedia e ingeniero especializado en técnicas mixtas, que ya ha colaborado previamente con Anderson en proyectos interactivos como Puppet Motel and Here.
Exploramos nuestro potencial creador musical con Symphony of Noise, de la creadora audiovisual Michaela Pnacekova y el director y diseñador multimedia Jamie Balliu. Un viaje inmersivo en VR a través de un mundo surrealista en el que podíamos interactuar con nuestro propio cuerpo y nuestra propia voz en la experiencia sónica inspirada en el libro de Matthew Herbert, The Music. En el libro, el artista y músico crea paisajes sonoros por asociación en la mente del lector. ¿Y qué mejor forma que la realidad virtual para trasladar la visión de Herbert al usuario?
Se nos pusieron los pelos de punta con el imaginario creado para la experiencia de realidad aumentada de Sigur Rós y Magic Leap Studios, Tónandi. Traducido del islandés como “espíritu del sonido” es la exploración audiovisual interactiva de la música y el espíritu de Sigur Rós. Un viaje a través de mundos submarinos, eléctricos y psicodélicos en el que mediante interacciones simples con nuestras manos, íbamos descubriendo nuevas propiedades musicales, vegetación creciendo por las paredes, setas que aparecían desde las mesas, algas eléctricas, medusas o incluso peces nadando alrededor del espacio. Cada experiencia dependía de la interacción del usuario, por lo que cada uno obtiene una experiencia única e irrepetible en un espacio mágico y utópico. Es difícil de describir lo que experimentamos, la pieza completa dura 40 minutos, aunque los pases eran de 15 minutos y no queríamos dejar de estar en ese mundo pacífico y bello.
Interactuamos también en la Nave 0 con instalaciones como The Entropy Gardens de Depart, formado por los creadores audiovisuales Leonhard Lass y Gregor Ladenhauf, un mundo hermético en forma de jardín virtual, que crea una experiencia multisensorial que explora la naturaleza de la realidad post-digital, y Project H.E.A.R.T., una experiencia VR de Erin Gee & Alex M. Lee, en la que, a través de un dispositivo que recoge tus datos biológicos, teníamos que dirigir a la estrella del pop holográfica Yowane Haku en una “terapia de combate” utilizando su propio entusiasmo.
Después entramos en Peach Garden, la instalación en la Nave 16 creada por la artista surcoreana multimedia Hayoun Kwon. La compleja relación con su país de origen desempeña un papel fundamental en el trabajo de la artista, interesándose constantemente por los temas de inmigración, relaciones políticas, leyes nacionales y extraterritoriales. Para abordar estas cuestiones políticas, Kwon desarrolló y consolidó sus habilidades en el uso de la animación en Nantes, Francia, manteniendo un equilibrio entre un registro real y ficticio. Define sus videos como animación documental, y Peach Garden ofrece un paseo libre por un bello y surrealista jardín donde las leyes de la naturaleza se alteran por completo. La instalación está inspirada en el famoso cuadro Sueño de un viaje a la tierra de la flor del melocotón (Mongyu dowondo 몽 유도원 도) del pintor coreano An Gyeon (1350–1447), resultando en viaje sensorial donde pudimos atravesar distintos entornos naturo-virtuales con los que interactuar libremente. Una pieza que invita a la reflexión de deambular y disfrutar el hecho de estar en el momento presente.
Salimos super relajados de esta última instalación y decidimos probar lo que L.E.V. festival tenía preparado en Ciudad Aumentada. Mediante la descarga de la app ‘Lev AR’, pudimos comprobar como el propio Matadero y el Templo de Debod se convertían en dos escenarios para los Entes Celestiales de la artista madrileña Claudia Maté. En Matadero, también vimos MOA, My Own Assistant, una obra AR creada por Marie Blondiaux y Charles Ayats donde pudimos recorrer la realidad distópica basada en la novela Les Furtifs de Alain Damasio. Por último, jugamos con los Tanukis, unas criaturas escondidas por distintos espacios de Matadero creadas por Julie Stephen Chheng en Uramado.
El sábado por la noche conocimos el trabajo detrás de Planet LEV, una experiencia artística de nueva creación, que estaba disponible tanto en realidad virtual como en navegadores web, donde se albergaban distintas instalaciones sonoras, esculturas animadas y conciertos y directos audiovisuales. Producido por Matadero Madrid y creado por el colectivo Children of Cyberspace, formado por Calin Segal, Tiffany Attali, Eleonore Audi y Codin Segal: arquitectos, programadores, diseñadores gráficos y desarrolladores de juegos que se consideran escenógrafos digitales. Planet LEV surgió con la intención de convertir el momento más desafiante para la cultura en una oportunidad para experimentar con nuevos formatos, en los que se hace necesario la unión de fuerzas para impulsar el arte, resultando en un espacio virtual en el que los artistas pueden expresarse con libertad. Entre las bambalinas de este universo paralelo pudimos ver el directo de Boris Divider con su proyecto audiovisual reactivo y generativo Spheral.dome. Diseñado para ser proyectado en un domo esférico, y a través de piezas visuales de alta definición que son disparadas y controladas en tiempo real a la vez que el material sonoro, el artista crea un entorno reactivo donde todas las capas audiovisuales se entremezclan de forma totalmente improvisada. En este caso, el proyecto se adaptaba y proyectaba dentro de Planet LEV sobre una montaña, con un resultado con relieve que en ocasiones rozaba lo estroboscópico.
También vimos el proyecto Dreamrooms de Fractal Fantasy, la plataforma creativa fundada en 2014 por los productores de música electrónica y DJs Sinjin Hawke y Zora Jones. Un entorno visual deslumbrante en el que viven sus experimentos interactivos. En Planet LEV vimos su directo, donde la realidad y la ficción se entremezclaban para hacernos formar parte de su imaginario.
Dentro de Planet LEV, se desarrollaron otros directos la noche del jueves y del viernes, en los que participamos de manera online, como Ecosistema de Arcanoid; la versión online del show audiovisual Ghost Island: Innervision de la productora y artista de música experimental taiwanesa Meuko! Meuko! que pone la banda sonora al mundo distópico y templos escaneados en 3D que crea NAXS Corp. para la instalación VR; y también vimos el directo de Peter Rehberg, fundador de Editions Mego, y Nik Void de Factory Floor. Bajo el proyecto NPVR, pusieron en común la gran experiencia colectiva de ambos productores mediante una gama de dispositivos sónicos que difuminan las barreras entre el techno, el ambient y el noise.
Tuvimos la suerte de poder explorar con unas gafas VR todo el entorno de Planet LEV, en el que nos gustó especialmente la instalación de Sabrina Ratté, Monades, una serie de piezas realizadas a través del escaneado en 3D de su propio cuerpo, y la propuesta audiovisual de Biosphere, leyenda de la música ambiental noruega, creada junto a la plataforma para la investigación audiovisual INITI, en la que se fusionan la producción musical y el componente visual. La experiencia online en Planet LEV mediante navegadores web era bastante entretenida, pero admitimos que para disfrutar de todo el entorno al 100% eran necesarias unas gafas VR, ¡nos intentaremos hacer con unas para la próxima edición!
El domingo terminamos nuestra jornada en esta edición de L.E.V. asistiendo al espacio Taller y al espacio Archivo de la Cineteca dentro de la programación de Vortex. En Taller, pudimos disfrutar de tres películas VR como Conscious of Existence de Marc Zimmermann, que cuenta con distintas nominaciones como mejor cortometraje en 360º y ganador del premio Lumiere al Mejor Contenido VR Visual del foro de inmersión digital Steropsia. Durante doce cortos minutos, se nos regala la capacidad de tener una mente consciente que nos permita sentir y aferrarnos a la belleza ilimitada del universo; Black Bag de Qing Shao, una metáfora abstracta combinada con una imagen pintada a mano y la película VR 360 en stop motion Passenger de las directoras Isobel Knowles & Van Sowerwine.
Finalizamos la jornada del domingo con la exploración del universo, las canciones ocultas del cosmos, la sonoridad de los planetas y el autocuestionamiento humano en relación con el universo. Lo hicimos mediante la pieza Spheres de la escritora y directora Eliza McNitt y Darren Aronofsy en el espacio Archivo de la Cineteca de Matadero. La película está dividida en tres capítulos narrados cada uno por Millie Bobby Brown, Jessica Chastain y Patti Smith. En L.E.V. festival recorrimos el primer capítulo, donde exploramos y jugamos con los planetas quedándonos con ganas de querer ver los demás capítulos. Un año más, L.E.V. Festival supera nuestras expectativas y nos deja con un buen y agradecido sabor de boca por haber podido disfrutar de estas experiencias presencialmente, a las que seguro que no faltamos en la próxima edición, quizá presencialmente o como un avatar tortuga representando nuestra propia existencia en el universo Planet LEV.